Continúa con la hegemonía brasileña

Desde hace cuatro años, la alegría en la Copa Libertadores es solo brasileña. El fútbol del país organizador del próximo Mundial está predominando en todo el continente americano, y en las últimas cuatro ediciones, han sido campeones todos equipos diferentes del Brasileirao. Además, han metido finalistas en las últimas nueve ediciones.

En el 2010, fue el Internacional de Porto Alegre el que obtuvo la gloria. En 2011, Santos de la mano de Neymar y Ganso se alzó con el trofeo. Un año más tarde fue el turno del Corinthians de Emerson y Romarinho. Ahora, el lugar le corresponde al Atlético Mineiro, el equipo de Ronaldinho, de Bernard, de Jó, de Tardelli y de tantos otros.

Es la primera coronación en este certamen para el equipo que dirige Cuca, y también la primera para este DT. Un equipo que había comenzado muy bien su participación, fue el mejor equipo de la fase de grupos con un nivel abrumador para las defensas rivales, pero luego su juego decayó de gran forma.

Para la fase de grupos, los rivales del equipo brasileño fueron Sao Paulo, The Strongest y Arsenal. Solo cayó en un encuentro, en el último, después de haber ganado los otros 5, con la clasificación asegurada y cierta relajación. En los otros encuentros de esa fase, fue casi una aplanadora.

Ante Arsenal, goleó 5-2 en los dos partidos, tanto de local como de visitante. Ante el club boliviano, logró dos victorias por 2-1, y ante su compatriota de Brasil fue que perdió su único encuentro en el grupo. Después de ganar 2-1 en el Independencia, en la última jornada cayó 2-0 en el Morumbí.

El equipo tuvo en la Copa un estilo muy ofensivo, con laterales pasando al ataque continuamente, con un doble cinco con mucho más juego que marca, con rapiditos como Bernard, Tardelli y Jó arriba, y obviamente la cabeza pensante y la clase de Ronaldinho.

De todas maneras, a medida que la Libertadores avanzó hacia sus fases de eliminación directa, el nivel comenzó a decrecer. El estilo tan ofensivo se fue haciendo cada vez más individualista, Dinho desapareció cada vez que dos volantes rivales lo tomaron bien de cerca y, encima, sus compañeros no lo buscaban demasiado para comenzar a jugar y darle sentido a cada pelota.

El 10 fue siempre el motivo por el cual Mineiro se mantuvo con vida. Pases, habilitaciones, con punta de cuchillo, como los dos que le dio a Bernard en las semifinales ante NOB. En Rosario atajó Guzmán, en Belo Horizonte fue gol al minuto de juego.

Igualmente, el chiquito Bernard fue uno de los que más jugó solo por las bandas. Intentó casi siempre hacer la suya, se cerraba en su lógica de crack, y se atolondraba entre las mil piernas que lo cruzaban. El que fue la salvación allí fue Diego Tardelli, casi incontenible para las defensas, con diagonales que metían peligro en todas las series.

Ante Sao Paulo le tocó nuevamente en octavos de final. Desde esa instancia, pese a que logró ganar los dos partidos con un global de 6-1, se comenzó a observar una tendencia clara hacia el desorden y el juego propio por cuenta de cada uno de los habilidosos.

Ante el Tijuana del Turco Mohamed, en cuartos, clasificó con la suerte del campeón. En México igualó 2-2, y como local estuvo ahí nomás de quedar afuera. Pero Víctor se disfrazó de héroe, atajó un penal en el final y mantuvo el 1-1 en la vuelta. La historia es más conocida en lo que pasó con NOB. En Rosario fue ampliamente superado, y se volvió a Brasil con la derrota de 2-0. Como local remontó la serie y ganó por penales, no sin antes darle chances claras a su rival de pasar a la final.

Desde Tijuana en adelante, al plantel de Cuca y a esta campaña solo los salvaron los destellos individuales de sus cracks de mitad de cancha para adelante. Sin embargo, en la zaga fue todo lo contrario. Siempre un retroceso desordenado, fallas claves en los conceptos defensivos y en la marca. Con laterales como Marcos Rocha y Richarlyson que empezaron la Copa con un nivel superlativo pero que terminaron con indecisiones sobre si pasar o no la mitad de cancha, centros a ninguna parte y regalando espacios a sus espaldas.

En la parte final de la Copa, fue Ronaldinho el que desapareció. Está claro que todo fue armado a su alrededor, pero ese estilo se diluyó con el transcurso de la competición. Mateo lo eliminó de la ida en las semis, y en el segundo partido no tuvo mayor influencia. Para la final, no fue decisivo, pero siempre fue importante su presencia en la cancha.

Precisamente en la final se vio uno de los peores partidos de este equipo. Ante un Olimpia que mereció más que el 2-0 en el Defensores del Chaco, logró la remontada de forma épica, tras errar varios goles y acorralar a su rival, en el Estadio Mineirao.

En los penales, el árbitro no sancionó nada ante tamaño adelantamiento del arquero Víctor en el primer tiro. Nada pasó, pese al reclamo del equipo guaraní. Ante Newell’s, la mala ejecución de Cruzado, Casco y Maxi Rodríguez lo salvó. En la final, lo mismo, por el mal primer tiro y el remate al palo de Giménez.

La suerte del campeón lo acompañó en todo momento, pese a un gran bajón en su nivel. Igualmente, ha sabido crear muchas situaciones de gol por partido y mereció golear. En la vuelta ante Olimpia creó varias, y el palo y Martín Silva le negaron el gol que llegaría sobre el final y lo llevaría al tiempo extra. La alegría, pese a continuar viendo a equipos del mismo país en lo más alto, pasa por ver a Dinho levantar ese trofeo. Un jugador que merece esta clase de logros, por su humildad.

Atlético Mineiro sigue con la  hegemonía brasilera, y consigue su primera Copa. El Mundial de Clubes lo espera, aunque deberá mejorar su nivel. Algo habrá hecho para estar en la cumbre de América. Bajó mucho su nivel en la segunda parte de la Libertadores, pero en su fase de grupos y la serie de octavos ha predominado con un gran estilo.

En fin, ha llegado a lo más alto por algo. Olimpia mereció algo más, NOB lo superó si vamos al desarrollo total de la eliminatoria. Pero alza la Copa uno solo. Pese a errores arbitrales que, a pesar de ser uno, dos o diez, siempre hay en la Copa para el campeón, y pese a un equipo que en las series definitivas no mereció tanto el título. Mineiro continua poniendo a Brasil allá arriba, y consigue su primera Copa.

Nicolás Galliari

Mineiro, por primera vez campeón de la Libertadores

El equipo brasileño consiguió su primera Copa, al derrotar 2-0 a Olimpia en el partido y vencer 4-3 en los penales. Olimpia jugó una gran final, pero se quedó en la puerta.

Desde el primer minuto. Al igual que sucedió en la vuelta de semifinales ante NOB, Atlético Mineiro salió con todo a la búsqueda de la apertura del marcador y un descuento en el resultado global. Intentó convertir rápidamente, con el objetivo de someter a Olimpia en su arco para intentar dar vuelta la eliminatoria, aunque de a poco se le complicó el desarrollo.

Dominó claramente en la primera mitad el equipo dirigido por Cuca, aunque no fue profundo con la tenencia de la pelota y no tuvo chances claras para anotar. La defensa guaraní, con gran trabajo de Manzur y Candia, supo contener a Tardelli y Jó. En el medio, el gran despliegue de Aranda y Pittoni incomodaba a Ronaldinho.

De todas maneras, Olimpia tuvo sus chances, ante una defensa muy floja en la marca y en el retroceso, y el arquero Víctor sacó dos pelotas claras de gol, con atajadas fenomenales. Se fue construyendo un gran partido en el Mineirao –se jugó allí dado que, por la capacidad del Estadio independencia, no dejaron jugar en su cancha al “galo”- y al entretiempo se fueron con la igualdad sin goles.

Para la segunda mitad, los brasileños salieron con todo. Ronaldinho se enchufó, aunque lo de Mineiro siempre fue más individualidad que juego colectivo. Una ráfaga que comenzó con el tempranero gol de Jó, el delantero ex Manchester City, al minuto del complemento. Aprovechó una pifia en un intento de despeje y la mandó a guardar. Con el correr de los minutos, Mineiro fue una tromba hacia el arco paraguayo. Martín Silva, el arquero visitante que tuvo una labor impresionante, paró casi todo. Encima, con centros desde todos lados, el palo salvó en algunas oportunidades a Olimpia, que tuvo una que increíblemente desperdició Ferreira solo de frente de al arco.

El defensor Manzur, con dos patadas terribles, se fue expulsado cuando su equipo era sometido por el local. Y cuando faltaban solo tres minutos, llegó el segundo gol de la mano de Leonardo Silva. El defensor, ya como centro delantero a esa altura del encuentro, se elevó por sobre todos y estampó la igualdad en el resultado general.

A tiempo extra. La gran incógnita pasaba por si Olimpia podría sostener el ritmo de Mineiro, que había avanzado sobre su arco y había terminado los 90 minutos mucho mejor. Además, tenía uno menos. Sin embargo, en el suplementario hasta Bernard, el más veloz de la cancha, se acalambró. Todos se fueron quedando sin piernas de cara al final. Sobre el último tramo de esos 30 minutos, Mineiro tuvo dos ocasiones más, pero no hubo camino para no terminar en los penales.

En los tiros desde los doce pasos, empezaron los visitantes. Bajo la silbatina generalizada y el agite de brazos de casi todos los hinchas intentando parecerse a momias, el primer remate fue atajado por Víctor, que se adelantó por lo menos un metro y medio, sin que el árbitro sancionara nada. Más tarde, en medio de los festejos, el arquero se desligó declarando que ya lo había hecho y que el árbitro se lo había permitido al no pitar nada.
Luego todos convirtieron, con mayor o menor dificultad en sus tiros, aunque le llegó al turno a Matías Giménez. Estaba obligado a meterla para continuar la tanda, aunque su remate pegó en el palo y todo Mineiro festejó. Un 4-3 en los penales para ganar por primera vez la Copa y privar a Olimpia de ganar su cuarta (las otras fueron en 1979, 1990 y 2002).

Olimpia mereció mejor suerte. Estuvo muy cerca, a tan solo unos minutos. Su director técnico, Ever Almeida, sostuvo con la profunda y obvia tristeza que “no fueron más que nosotros, no hicieron más”.  Y dijo estar “orgulloso, porque esta medalla la hemos ganado. No todos llegan hasta aquí”. Con una humildad y un mensaje coherente, el entrenador salió a dar la cara por sus dirigidos, que en medio del dolor no pudieron hacer más que demostrar su sufrimiento. El más golpeado era el volante argentino, el ex Tigre, Boca y San Lorenzo, Giménez, que había errado el penal definitivo.

Del otro lado, todo era alegría y emoción pura. Ronaldinho, que volvió a Brasil pro la gloria, la obtuvo. Cuando retornó, expresó que “me falta conquistar algo importante aquí en Brasil. Salí y jugué 11 años en Europa, aquí solo 3. Volví para obtener cosas que aun no he conquistado”. Ayer, con una emotividad casi indescriptible, Dinho agradeció a Dios por todo lo que ha logrado. Se colocó, por si hiciera falta, un escalón más arriba. Ha logrado un Mundial, una Copa América, una Champions, una Libertadores, y tantos otros títulos.

El Atlético Mineiro levanta su primera Copa. Irá al Mundial de Clubes de Marruecos, donde ya están el Bayern Munich alemán y el Monterrey mexicano, junto con otros equipos de Asia, Oceanía y África. También jugará la Recopa, ante el ganador de la Sudamericana. Pero eso espera para un futuro, y serán otros grandes objetivos. Jó es el goleador de la Copa, Cuca el mejor DT y Víctor el mejor arquero. Hoy disfruta de esto, con un Bernard conmocionado que dice que “logré lo que había prometido de irme con un título”.

Olimpia, por su parte, lo tuvo ahí. Jugó una gran final en los 210 minutos disputados, pero se quedó en la puerta. En su historia, había jugado cuatro series de penales en Brasil, y las había ganado todas. La última, por caso, cuando ganó su última Libertadores, ante Sao Caetano en 2002. Seguramente el pueblo paraguayo estará orgulloso de este plantel. Mineiro es campeón, y por algo llegó hasta aquí.

Nicolás Galliari

Continúa con la hegemonía brasileña

Desde hace cuatro años, la alegría en la Copa Libertadores es solo brasileña. El fútbol del país organizador del próximo Mundial está predominando en todo el continente americano, y en las últimas cuatro ediciones, han sido campeones todos equipos diferentes del Brasileirao. Además, han metido finalistas en las últimas nueve ediciones.

En el 2010, fue el Internacional de Porto Alegre el que obtuvo la gloria. En 2011, Santos de la mano de Neymar y Ganso se alzó con el trofeo. Un año más tarde fue el turno del Corinthians de Emerson y Romarinho. Ahora, el lugar le corresponde al Atlético Mineiro, el equipo de Ronaldinho, de Bernard, de Jó, de Tardelli y de tantos otros.

Es la primera coronación en este certamen para el equipo que dirige Cuca, y también la primera para este DT. Un equipo que había comenzado muy bien su participación, fue el mejor equipo de la fase de grupos con un nivel abrumador para las defensas rivales, pero luego su juego decayó de gran forma.

Para la fase de grupos, los rivales del equipo brasileño fueron Sao Paulo, The Strongest y Arsenal. Solo cayó en un encuentro, en el último, después de haber ganado los otros 5, con la clasificación asegurada y cierta relajación. En los otros encuentros de esa fase, fue casi una aplanadora.

Ante Arsenal, goleó 5-2 en los dos partidos, tanto de local como de visitante. Ante el club boliviano, logró dos victorias por 2-1, y ante su compatriota de Brasil fue que perdió su único encuentro en el grupo. Después de ganar 2-1 en el Independencia, en la última jornada cayó 2-0 en el Morumbí.

El equipo tuvo en la Copa un estilo muy ofensivo, con laterales pasando al ataque continuamente, con un doble cinco con mucho más juego que marca, con rapiditos como Bernard, Tardelli y Jó arriba, y obviamente la cabeza pensante y la clase de Ronaldinho.

De todas maneras, a medida que la Libertadores avanzó hacia sus fases de eliminación directa, el nivel comenzó a decrecer. El estilo tan ofensivo se fue haciendo cada vez más individualista, Dinho desapareció cada vez que dos volantes rivales lo tomaron bien de cerca y, encima, sus compañeros no lo buscaban demasiado para comenzar a jugar y darle sentido a cada pelota.

El 10 fue siempre el motivo por el cual Mineiro se mantuvo con vida. Pases, habilitaciones, con punta de cuchillo, como los dos que le dio a Bernard en las semifinales ante NOB. En Rosario atajó Guzmán, en Belo Horizonte fue gol al minuto de juego.

Igualmente, el chiquito Bernard fue uno de los que más jugó solo por las bandas. Intentó casi siempre hacer la suya, se cerraba en su lógica de crack, y se atolondraba entre las mil piernas que lo cruzaban. El que fue la salvación allí fue Diego Tardelli, casi incontenible para las defensas, con diagonales que metían peligro en todas las series.

Ante Sao Paulo le tocó nuevamente en octavos de final. Desde esa instancia, pese a que logró ganar los dos partidos con un global de 6-1, se comenzó a observar una tendencia clara hacia el desorden y el juego propio por cuenta de cada uno de los habilidosos.

Ante el Tijuana del Turco Mohamed, en cuartos, clasificó con la suerte del campeón. En México igualó 2-2, y como local estuvo ahí nomás de quedar afuera. Pero Víctor se disfrazó de héroe, atajó un penal en el final y mantuvo el 1-1 en la vuelta. La historia es más conocida en lo que pasó con NOB. En Rosario fue ampliamente superado, y se volvió a Brasil con la derrota de 2-0. Como local remontó la serie y ganó por penales, no sin antes darle chances claras a su rival de pasar a la final.

Desde Tijuana en adelante, al plantel de Cuca y a esta campaña solo los salvaron los destellos individuales de sus cracks de mitad de cancha para adelante. Sin embargo, en la zaga fue todo lo contrario. Siempre un retroceso desordenado, fallas claves en los conceptos defensivos y en la marca. Con laterales como Marcos Rocha y Richarlyson que empezaron la Copa con un nivel superlativo pero que terminaron con indecisiones sobre si pasar o no la mitad de cancha, centros a ninguna parte y regalando espacios a sus espaldas.

En la parte final de la Copa, fue Ronaldinho el que desapareció. Está claro que todo fue armado a su alrededor, pero ese estilo se diluyó con el transcurso de la competición. Mateo lo eliminó de la ida en las semis, y en el segundo partido no tuvo mayor influencia. Para la final, no fue decisivo, pero siempre fue importante su presencia en la cancha.

Precisamente en la final se vio uno de los peores partidos de este equipo. Ante un Olimpia que mereció más que el 2-0 en el Defensores del Chaco, logró la remontada de forma épica, tras errar varios goles y acorralar a su rival, en el Estadio Mineirao.

En los penales, el árbitro no sancionó nada ante tamaño adelantamiento del arquero Víctor en el primer tiro. Nada pasó, pese al reclamo del equipo guaraní. Ante Newell’s, la mala ejecución de Cruzado, Casco y Maxi Rodríguez lo salvó. En la final, lo mismo, por el mal primer tiro y el remate al palo de Giménez.

La suerte del campeón lo acompañó en todo momento, pese a un gran bajón en su nivel. Igualmente, ha sabido crear muchas situaciones de gol por partido y mereció golear. En la vuelta ante Olimpia creó varias, y el palo y Martín Silva le negaron el gol que llegaría sobre el final y lo llevaría al tiempo extra. La alegría, pese a continuar viendo a equipos del mismo país en lo más alto, pasa por ver a Dinho levantar ese trofeo. Un jugador que merece esta clase de logros, por su humildad.

Atlético Mineiro sigue con la  hegemonía brasilera, y consigue su primera Copa. El Mundial de Clubes lo espera, aunque deberá mejorar su nivel. Algo habrá hecho para estar en la cumbre de América. Bajó mucho su nivel en la segunda parte de la Libertadores, pero en su fase de grupos y la serie de octavos ha predominado con un gran estilo.

En fin, ha llegado a lo más alto por algo. Olimpia mereció algo más, NOB lo superó si vamos al desarrollo total de la eliminatoria. Pero alza la Copa uno solo. Pese a errores arbitrales que, a pesar de ser uno, dos o diez, siempre hay en la Copa para el campeón, y pese a un equipo que en las series definitivas no mereció tanto el título. Mineiro continua poniendo a Brasil allá arriba, y consigue su primera Copa.

Nicolás Galliari

Mineiro, por primera vez campeón de la Libertadores

El equipo brasileño consiguió su primera Copa, al derrotar 2-0 a Olimpia en el partido y vencer 4-3 en los penales. Olimpia jugó una gran final, pero se quedó en la puerta.

Desde el primer minuto. Al igual que sucedió en la vuelta de semifinales ante NOB, Atlético Mineiro salió con todo a la búsqueda de la apertura del marcador y un descuento en el resultado global. Intentó convertir rápidamente, con el objetivo de someter a Olimpia en su arco para intentar dar vuelta la eliminatoria, aunque de a poco se le complicó el desarrollo.

Dominó claramente en la primera mitad el equipo dirigido por Cuca, aunque no fue profundo con la tenencia de la pelota y no tuvo chances claras para anotar. La defensa guaraní, con gran trabajo de Manzur y Candia, supo contener a Tardelli y Jó. En el medio, el gran despliegue de Aranda y Pittoni incomodaba a Ronaldinho.

De todas maneras, Olimpia tuvo sus chances, ante una defensa muy floja en la marca y en el retroceso, y el arquero Víctor sacó dos pelotas claras de gol, con atajadas fenomenales. Se fue construyendo un gran partido en el Mineirao –se jugó allí dado que, por la capacidad del Estadio independencia, no dejaron jugar en su cancha al “galo”- y al entretiempo se fueron con la igualdad sin goles.

Para la segunda mitad, los brasileños salieron con todo. Ronaldinho se enchufó, aunque lo de Mineiro siempre fue más individualidad que juego colectivo. Una ráfaga que comenzó con el tempranero gol de Jó, el delantero ex Manchester City, al minuto del complemento. Aprovechó una pifia en un intento de despeje y la mandó a guardar. Con el correr de los minutos, Mineiro fue una tromba hacia el arco paraguayo. Martín Silva, el arquero visitante que tuvo una labor impresionante, paró casi todo. Encima, con centros desde todos lados, el palo salvó en algunas oportunidades a Olimpia, que tuvo una que increíblemente desperdició Ferreira solo de frente de al arco.

El defensor Manzur, con dos patadas terribles, se fue expulsado cuando su equipo era sometido por el local. Y cuando faltaban solo tres minutos, llegó el segundo gol de la mano de Leonardo Silva. El defensor, ya como centro delantero a esa altura del encuentro, se elevó por sobre todos y estampó la igualdad en el resultado general.

A tiempo extra. La gran incógnita pasaba por si Olimpia podría sostener el ritmo de Mineiro, que había avanzado sobre su arco y había terminado los 90 minutos mucho mejor. Además, tenía uno menos. Sin embargo, en el suplementario hasta Bernard, el más veloz de la cancha, se acalambró. Todos se fueron quedando sin piernas de cara al final. Sobre el último tramo de esos 30 minutos, Mineiro tuvo dos ocasiones más, pero no hubo camino para no terminar en los penales.

En los tiros desde los doce pasos, empezaron los visitantes. Bajo la silbatina generalizada y el agite de brazos de casi todos los hinchas intentando parecerse a momias, el primer remate fue atajado por Víctor, que se adelantó por lo menos un metro y medio, sin que el árbitro sancionara nada. Más tarde, en medio de los festejos, el arquero se desligó declarando que ya lo había hecho y que el árbitro se lo había permitido al no pitar nada.
Luego todos convirtieron, con mayor o menor dificultad en sus tiros, aunque le llegó al turno a Matías Giménez. Estaba obligado a meterla para continuar la tanda, aunque su remate pegó en el palo y todo Mineiro festejó. Un 4-3 en los penales para ganar por primera vez la Copa y privar a Olimpia de ganar su cuarta (las otras fueron en 1979, 1990 y 2002).

Olimpia mereció mejor suerte. Estuvo muy cerca, a tan solo unos minutos. Su director técnico, Ever Almeida, sostuvo con la profunda y obvia tristeza que “no fueron más que nosotros, no hicieron más”.  Y dijo estar “orgulloso, porque esta medalla la hemos ganado. No todos llegan hasta aquí”. Con una humildad y un mensaje coherente, el entrenador salió a dar la cara por sus dirigidos, que en medio del dolor no pudieron hacer más que demostrar su sufrimiento. El más golpeado era el volante argentino, el ex Tigre, Boca y San Lorenzo, Giménez, que había errado el penal definitivo.

Del otro lado, todo era alegría y emoción pura. Ronaldinho, que volvió a Brasil pro la gloria, la obtuvo. Cuando retornó, expresó que “me falta conquistar algo importante aquí en Brasil. Salí y jugué 11 años en Europa, aquí solo 3. Volví para obtener cosas que aun no he conquistado”. Ayer, con una emotividad casi indescriptible, Dinho agradeció a Dios por todo lo que ha logrado. Se colocó, por si hiciera falta, un escalón más arriba. Ha logrado un Mundial, una Copa América, una Champions, una Libertadores, y tantos otros títulos.

El Atlético Mineiro levanta su primera Copa. Irá al Mundial de Clubes de Marruecos, donde ya están el Bayern Munich alemán y el Monterrey mexicano, junto con otros equipos de Asia, Oceanía y África. También jugará la Recopa, ante el ganador de la Sudamericana. Pero eso espera para un futuro, y serán otros grandes objetivos. Jó es el goleador de la Copa, Cuca el mejor DT y Víctor el mejor arquero. Hoy disfruta de esto, con un Bernard conmocionado que dice que “logré lo que había prometido de irme con un título”.

Olimpia, por su parte, lo tuvo ahí. Jugó una gran final en los 210 minutos disputados, pero se quedó en la puerta. En su historia, había jugado cuatro series de penales en Brasil, y las había ganado todas. La última, por caso, cuando ganó su última Libertadores, ante Sao Caetano en 2002. Seguramente el pueblo paraguayo estará orgulloso de este plantel. Mineiro es campeón, y por algo llegó hasta aquí.

Nicolás Galliari

Triunfo de Olimpia, y a un paso de la Copa

Olimpia de Paraguay derrotó 2-0 al Atlético Mineiro de Brasil por la primera final de la Copa Libertadores, sacando una buena ventaja para el partido de vuelta en Brasil y estando a un escalón de su cuarto torneo internacional.


Los goles del equipo paraguayo fueron convertidos por Alejandro Silva a los 24’ de la primera mitad, con una jugada individual, eludiendo a varios jugadores brasileros, y en tiempo cumplido, Walter Pittoni cerró el marcador con un tiro libre, venciendo la valla del arquero Victor.

El equipo de Ever Almeida fue el claro dominador de este encuentro, de principio a fin, con algunas vaivenes del equipo dirigido por Cuca, pero que, con buen equilibrio en el mediocampo, y agresividad en el ataque, fue justo el resultado para Olimpia.

El defensor visitante Richarlyson sufrió la expulsión a los 45’ del segundo tiempo estando ya amonestado, tras una falta a Eduardo Aranda.

El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles a las 21:50 hs (hora argentina) en el estadio Raimundo Sampaio, Belo Horizonte, con arbitraje del colombiano Wilmar Roldán.
Formaciones:

Olimpia: Martin Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda, Salustino Candia; Wilson Pittoni, Eduardo Aranda, Matias Gimenez, Alejandro Silva, Nahuel Benitez; Juan Salgueiro y Freddy Bareiro.

Suplentes: Blas Hermosilla, Ricardo Mazacotte, Enrique Meza, Carlos Paredes, Jorge Baez, Juan Carlos Ferreyra, Enzo Prono.

DT: Ever Hugo Almeida.

Atlético Mineiro: Victor; Richarlyson, Leonardo Silva, Réver, Marcos Rocha; Josué, Pierre; Luan, Ronaldhino, Diego Tardelli; Jo

Suplentes: Júnior Cesar, Gilberto Silva, Rosinei, Alecsandro, Guilherme, Giovani, Michel.

DT:Cuca
Goles:24’ PT Alejandro Silva (Oli), 47’ ST Wilson Pittoni (Oli).

Cambios: 0’ ST Ferreyra por Giménez (Oli); 19’ ST Rosinei por Luan (AtM); 20’ ST Guilherme por Ronaldhino (AtM); 34’ ST Alecsandro por Jo (AtM); 35’ ST Marcos Rocha (AtM); 45’ ST Paredes por Salgueiro (Oli); 46’ ST Prono por Bareiro (Oli).

Amonestados: 9’ PT Giménez (Oli); 18’ PT Miranda (Oli); 24’ PT Silva (Oli); 43’ PT Josué (AtM); 45’ PT Richarlyson (AtM).

Expulsados: 45’ ST Richarlyson (AtM)

Árbitro:Néstor Pitana

Estadio Defensores del Chaco, Paraguay

Por Alan Mineo (@alanmineo)

Triunfo de Olimpia, y a un paso de la Copa

Olimpia de Paraguay derrotó 2-0 al Atlético Mineiro de Brasil por la primera final de la Copa Libertadores, sacando una buena ventaja para el partido de vuelta en Brasil y estando a un escalón de su cuarto torneo internacional.


Los goles del equipo paraguayo fueron convertidos por Alejandro Silva a los 24’ de la primera mitad, con una jugada individual, eludiendo a varios jugadores brasileros, y en tiempo cumplido, Walter Pittoni cerró el marcador con un tiro libre, venciendo la valla del arquero Victor.

El equipo de Ever Almeida fue el claro dominador de este encuentro, de principio a fin, con algunas vaivenes del equipo dirigido por Cuca, pero que, con buen equilibrio en el mediocampo, y agresividad en el ataque, fue justo el resultado para Olimpia.

El defensor visitante Richarlyson sufrió la expulsión a los 45’ del segundo tiempo estando ya amonestado, tras una falta a Eduardo Aranda.

El partido de vuelta se jugará el próximo miércoles a las 21:50 hs (hora argentina) en el estadio Raimundo Sampaio, Belo Horizonte, con arbitraje del colombiano Wilmar Roldán.
Formaciones:

Olimpia: Martin Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda, Salustino Candia; Wilson Pittoni, Eduardo Aranda, Matias Gimenez, Alejandro Silva, Nahuel Benitez; Juan Salgueiro y Freddy Bareiro.

Suplentes: Blas Hermosilla, Ricardo Mazacotte, Enrique Meza, Carlos Paredes, Jorge Baez, Juan Carlos Ferreyra, Enzo Prono.

DT: Ever Hugo Almeida.

Atlético Mineiro: Victor; Richarlyson, Leonardo Silva, Réver, Marcos Rocha; Josué, Pierre; Luan, Ronaldhino, Diego Tardelli; Jo

Suplentes: Júnior Cesar, Gilberto Silva, Rosinei, Alecsandro, Guilherme, Giovani, Michel.

DT:Cuca
Goles:24’ PT Alejandro Silva (Oli), 47’ ST Wilson Pittoni (Oli).

Cambios: 0’ ST Ferreyra por Giménez (Oli); 19’ ST Rosinei por Luan (AtM); 20’ ST Guilherme por Ronaldhino (AtM); 34’ ST Alecsandro por Jo (AtM); 35’ ST Marcos Rocha (AtM); 45’ ST Paredes por Salgueiro (Oli); 46’ ST Prono por Bareiro (Oli).

Amonestados: 9’ PT Giménez (Oli); 18’ PT Miranda (Oli); 24’ PT Silva (Oli); 43’ PT Josué (AtM); 45’ PT Richarlyson (AtM).

Expulsados: 45’ ST Richarlyson (AtM)

Árbitro:Néstor Pitana

Estadio Defensores del Chaco, Paraguay

Por Alan Mineo (@alanmineo)

Olimpia, primer finalista de la Copa Libertadores

A pesar de caer 1-0 frente a Independiente Santa Fe, el equipo paraguayo, logró pasar a la final de la Copa Libertadores y se encuentra a la espera de su próximo rival, que se decidirá entre Atlético Mineiro y Newell’s Old Boys.
Los primeros 45 minutos del encuentro se mantuvieron bastante parejo para ambos equipos. Olimpia necesitaba asegurar su lugar en la final, manteniendo el resultado y evitando que Santa Fe llegase a su arco, ya que venía de ganarle de local 2-0 y necesitaba mantener la ventaja deportiva para así, avanzar a la próxima etapa. Por otro lado, el equipo de Wilson Gutiérrez, iba en búsqueda de dar vuelta las cosas.
La chance más clara en el primer tiempo, estuvo a cargo del equipo local, tras una tijera espectacular de Wílder Medina. Una jugada extraordinaria del equipo colombiano.  
El segundo tiempo, estuvo en manos del equipo local, quien intentó llegar al arco del equipo visitante desde el primer minuto. A los 75 minutos, Wilder Medina, abrió el marcador del encuentro a favor de su equipo, Independiente Santa Fe. Un gol polémico, muy reclamado por los jugadores de Olimpia, ya que la pelota apenas pasó la línea de gol, sin embargo fue convalidado por el árbitro uruguayo, Martín Vázquez.
Finalmente, el partido terminó 1-0 a favor del equipo local, otorgándole el pase a Olimpia a la final de la Copa libertadores. Es la séptima vez en su historia profesional que el equipo de Ever Almeida llega a esta instancia de la copa. El plantel se encuentra a la espera de su próximo rival que se decidirá en el encuentro entre Newell’s Old Boys y Atlético Mineiro. 
Estadio: El Campín (Bogotá) 
Arbitro: Martín Vázquez (Uruguay)
Independiente Santa Fe: Camilo Vargas; Hugo Acosta, Carlos Valdez, Francisco Meza y Marino García; Daniel Torres, John Valencia, Yulián Anchico y Omar Pérez; Wilder Medina y Jefferson Cuero. DT: Wilson Gutiérrez. 
Olimpia: Martín Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda, Salustiano Candia y Ricardo Mazaccotte; Nelson Benítez, Wilson Pittoni, Eduardo Aranda y Matías Giménez; Fredy Bareiro y Alejandro Silva. DT: Ever Almeida.  
Por Iani Grieco.
@iaani

Olimpia, primer finalista de la Copa Libertadores

A pesar de caer 1-0 frente a Independiente Santa Fe, el equipo paraguayo, logró pasar a la final de la Copa Libertadores y se encuentra a la espera de su próximo rival, que se decidirá entre Atlético Mineiro y Newell’s Old Boys.
Los primeros 45 minutos del encuentro se mantuvieron bastante parejo para ambos equipos. Olimpia necesitaba asegurar su lugar en la final, manteniendo el resultado y evitando que Santa Fe llegase a su arco, ya que venía de ganarle de local 2-0 y necesitaba mantener la ventaja deportiva para así, avanzar a la próxima etapa. Por otro lado, el equipo de Wilson Gutiérrez, iba en búsqueda de dar vuelta las cosas.
La chance más clara en el primer tiempo, estuvo a cargo del equipo local, tras una tijera espectacular de Wílder Medina. Una jugada extraordinaria del equipo colombiano.  
El segundo tiempo, estuvo en manos del equipo local, quien intentó llegar al arco del equipo visitante desde el primer minuto. A los 75 minutos, Wilder Medina, abrió el marcador del encuentro a favor de su equipo, Independiente Santa Fe. Un gol polémico, muy reclamado por los jugadores de Olimpia, ya que la pelota apenas pasó la línea de gol, sin embargo fue convalidado por el árbitro uruguayo, Martín Vázquez.
Finalmente, el partido terminó 1-0 a favor del equipo local, otorgándole el pase a Olimpia a la final de la Copa libertadores. Es la séptima vez en su historia profesional que el equipo de Ever Almeida llega a esta instancia de la copa. El plantel se encuentra a la espera de su próximo rival que se decidirá en el encuentro entre Newell’s Old Boys y Atlético Mineiro. 
Estadio: El Campín (Bogotá) 
Arbitro: Martín Vázquez (Uruguay)
Independiente Santa Fe: Camilo Vargas; Hugo Acosta, Carlos Valdez, Francisco Meza y Marino García; Daniel Torres, John Valencia, Yulián Anchico y Omar Pérez; Wilder Medina y Jefferson Cuero. DT: Wilson Gutiérrez. 
Olimpia: Martín Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda, Salustiano Candia y Ricardo Mazaccotte; Nelson Benítez, Wilson Pittoni, Eduardo Aranda y Matías Giménez; Fredy Bareiro y Alejandro Silva. DT: Ever Almeida.  
Por Iani Grieco.
@iaani

Olimpia venció 2-0 a Independiente de Santa Fe y se acerca a la final

En Paraguay, y por el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores, el equipo local venció 2-0 a Independiente de Santa fe con goles de Miranda y Ferreyra.
Tras un breve intervalo por la Copa Confederaciones se retomó la Libertadores. El primer encuentro, se llevo a cabo en el día de la fecha, en el estadio Defensores del Chaco, donde Olimpia e Independiente de Santa Fe, vivieron el partido de ida por la semifinal de la copa. 

La primer parte del encuentro terminó 0-0, pero con la expulsión de jugadores claves para ambos equipos. Fueron expulsados Gerardo Bedoya (I) y Juan Manuel Salgueiro (O), luego de una disputa entre los jugadores, que hizo tomar la decisión a Lópes de dejar a ambos equipos con 10 integrantes.

A los 20 minutos del segundo tiempo, Olimpia abrió el marcador a su favor, tras un penal ejecutado por Herminio Miranda. Este tanto le permitió al equipo local conseguir el valor necesario, para que a los 36 minutos del segundo tiempo, el argentino, Juan Carlos Ferreyra, marque el gol que le aseguró a Olimpia el triunfo.

De esta manera, el equipo de paraguay, logró una ventaja considerable y se acerca a la final del torneo internacional. La revancha será la próxima semana en el Campín de Bogotá.


Por otra parte, mañana se juega el partido de ida de la otra semifinal.  Newell’s recibirá en el Coloso del Parque a Atlético Mineiro.
Formaciones
Olimpia: Martín Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda y Salustiano Candia; Ricardo Mazacotte y Nelson Benítez; Wilson Pittoni, Eduardo Aranda y Matías Giménez; Juan Manuel Salgueiro y Fredy Bareiro. DT: Ever Hugo Almeida. 
Independiente Santa Fe: Camilo Vargas; Yulián Anchico, Carlos Valdés, Francisco Meza y Marino García; Daniel Torres, Gerardo Bedoya, John Valencia y Omar Pérez; Wilder Medina y Jefferson Cuero. DT: Wilson Gutiérrez. 
Goles: en el segundo tiempo: 20m. Miranda de penal (O) y 36m. Ferreyra (O). 
Cambios en el segundo tiempo: antes del comienzo, Alejandro Silva y Juan Carlos Ferreyra por Mazacotte y Pittoni (O), 28m. Juan Roa por Valencia (I), 38m. Enzo Prono por Ferreyra (O) y 40m. Cristian Martínez Borja por Cuero (I). 
Amonestados: Ferreyra, Benítez (O); Bedoya, Vargas, Torres (I). 
expulsados Salgueiro (O) y Bedoya (I). 
Arbitro: Heber Lopes (Brasil). 

Estadio: Defensores del Chaco (Asunción). 

Por Iani Grieco
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Olimpia venció 2-0 a Independiente de Santa Fe y se acerca a la final

En Paraguay, y por el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores, el equipo local venció 2-0 a Independiente de Santa fe con goles de Miranda y Ferreyra.
Tras un breve intervalo por la Copa Confederaciones se retomó la Libertadores. El primer encuentro, se llevo a cabo en el día de la fecha, en el estadio Defensores del Chaco, donde Olimpia e Independiente de Santa Fe, vivieron el partido de ida por la semifinal de la copa. 

La primer parte del encuentro terminó 0-0, pero con la expulsión de jugadores claves para ambos equipos. Fueron expulsados Gerardo Bedoya (I) y Juan Manuel Salgueiro (O), luego de una disputa entre los jugadores, que hizo tomar la decisión a Lópes de dejar a ambos equipos con 10 integrantes.

A los 20 minutos del segundo tiempo, Olimpia abrió el marcador a su favor, tras un penal ejecutado por Herminio Miranda. Este tanto le permitió al equipo local conseguir el valor necesario, para que a los 36 minutos del segundo tiempo, el argentino, Juan Carlos Ferreyra, marque el gol que le aseguró a Olimpia el triunfo.

De esta manera, el equipo de paraguay, logró una ventaja considerable y se acerca a la final del torneo internacional. La revancha será la próxima semana en el Campín de Bogotá.


Por otra parte, mañana se juega el partido de ida de la otra semifinal.  Newell’s recibirá en el Coloso del Parque a Atlético Mineiro.
Formaciones
Olimpia: Martín Silva; Julio Manzur, Herminio Miranda y Salustiano Candia; Ricardo Mazacotte y Nelson Benítez; Wilson Pittoni, Eduardo Aranda y Matías Giménez; Juan Manuel Salgueiro y Fredy Bareiro. DT: Ever Hugo Almeida. 
Independiente Santa Fe: Camilo Vargas; Yulián Anchico, Carlos Valdés, Francisco Meza y Marino García; Daniel Torres, Gerardo Bedoya, John Valencia y Omar Pérez; Wilder Medina y Jefferson Cuero. DT: Wilson Gutiérrez. 
Goles: en el segundo tiempo: 20m. Miranda de penal (O) y 36m. Ferreyra (O). 
Cambios en el segundo tiempo: antes del comienzo, Alejandro Silva y Juan Carlos Ferreyra por Mazacotte y Pittoni (O), 28m. Juan Roa por Valencia (I), 38m. Enzo Prono por Ferreyra (O) y 40m. Cristian Martínez Borja por Cuero (I). 
Amonestados: Ferreyra, Benítez (O); Bedoya, Vargas, Torres (I). 
expulsados Salgueiro (O) y Bedoya (I). 
Arbitro: Heber Lopes (Brasil). 

Estadio: Defensores del Chaco (Asunción). 

Por Iani Grieco
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