Gladiadores para el Mundial de España 2013

Hoy les tiramos los preselecionados, peroya se pueden conocer los que irán al Mundial porque el Seleccionador Adulto Masculino, Eduardo Gallardo, definió la nómina de 18 jugadores que viajarán a Francia a disputar dos amistosos ante el conjunto galo -7 y 9 de enero- y los 16 -y reservas- que luego jugarán el Mundial de España.







Aquí la lista:


Matías Schulz
Leonel Maciel
Federico Fernandez
Adrián Portela
Guido Riccobelli
Agustin Vidal
Juan Pablo Fernández
Sebastián Simonet
Diego Simonet
Pablo Simonet
Mariano Castro
Fede Pizarro
Federico Vieyra
Leonardo Querin
Pablo Vainstein
Gonzalo Carou
Pablo Portela
Francisco Schiaffino

Hay nombres que no aparecen, como el de Mariano Canepa, el Negro García y demás. La verdad es una lástima, pero es lo que decidio Dady Gallardo y tendrá sus motivos.




Por Lucía Peralta

Gladiadores para el Mundial de España 2013

Hoy les tiramos los preselecionados, peroya se pueden conocer los que irán al Mundial porque el Seleccionador Adulto Masculino, Eduardo Gallardo, definió la nómina de 18 jugadores que viajarán a Francia a disputar dos amistosos ante el conjunto galo -7 y 9 de enero- y los 16 -y reservas- que luego jugarán el Mundial de España.







Aquí la lista:


Matías Schulz
Leonel Maciel
Federico Fernandez
Adrián Portela
Guido Riccobelli
Agustin Vidal
Juan Pablo Fernández
Sebastián Simonet
Diego Simonet
Pablo Simonet
Mariano Castro
Fede Pizarro
Federico Vieyra
Leonardo Querin
Pablo Vainstein
Gonzalo Carou
Pablo Portela
Francisco Schiaffino

Hay nombres que no aparecen, como el de Mariano Canepa, el Negro García y demás. La verdad es una lástima, pero es lo que decidio Dady Gallardo y tendrá sus motivos.




Por Lucía Peralta

El handball espera al Chino Simonet

Diego Simonet sonríe. Siempre. Aunque por dentro le recorra la angustia de no saber si participará en el Mundial de handball, que comenzará el 11 de enero en España. 





En estos días, el Chino se moviliza con una bota en la pierna izquierda por la rotura parcial de dos ligamentos del tobillo, una fatídica lesión ocurrida el 26 de noviembre durante un entrenamiento en el Ivry francés. Eludió la cirugía, pero desde hace rato juega su propia cuenta regresiva antes del debut de la Argentina ante Montenegro, el 12 del mes próximo. El médico del seleccionado, Carlos Marino, comunicó: «Todo dependerá de la respuesta de su rehabilitación, que iniciamos la semana pasada». 

Se encegueció al momento de sufrir la lesión. «No me importa nada, juego roto», reaccionó Simonet. Pero después supo que no podría luchar contra los tiempos de la medicina. «Los médicos me pintaron el panorama y ahí me empecé a preocupar. Agaché la cabeza y me propuse arrancar cuanto antes con la recuperación, porque, si no, no llegaba al torneo. Hoy tengo un 40 por ciento de posibilidades de llegar al Mundial, ésa es la verdad», admite Simonet, el equivalente de Messi para el seleccionado de fútbol, Ginóbili para la Generación Dorada o Aymar para las Leonas. 

En condiciones normales, la rehabilitación del tobillo le demandaría dos meses, pero el mundo del handball aceleró los tiempos para que la gran figura nacional esté presente en la cita. Todos quieren ver su magia en la cancha nuevamente; su ausencia significaría un golpe demasiado fuerte para la Argentina. «Si llego, lo haré con lo justo; podría estar en un 80 por ciento. Si no, me tomaré revancha en Qatar 2015», proyecta.

 El director técnico, Eduardo Gallardo, lo esperará hasta último momento, atento siempre a los estudios del cuerpo médico: «Diego es fundamental para nosotros, es el jugador diferente. El médico está trabajando muy duro con él; por suerte, el problema es en el tobillo y no en la rodilla. Si llega bien, jugará el Mundial. Puede aportar diez minutos por tiempo en los tres partidos fundamentales del Grupo A, frente a Montenegro, Brasil y Túnez. Y no lo descarto para el encuentro ante Alemania. Pero lógicamente, la prioridad es no poner en riesgo su integridad física». 

A los 22 años, el Chino es más propenso a recibir golpes y sufrir lesiones que otros jugadores por su estilo de juego rápido y explosivo. Se expone más, en medio del fragor típico del handball. Por supuesto: jamás negociará su manera de jugar, pero desde que forma parte de la liga francesa realizó un fortalecimiento muscular que le permitió jugar casi todos los partidos. «Soy joven y estoy conociendo mi cuerpo», cuenta. 



-¿Qué implicaría para tu carrera perderte el próximo Mundial? 

-Y… sería una lástima, sobre todo porque el grupo está muy bien y, en los amistosos de la gira con Dinamarca, la Argentina demostró que puede hacer cosas buenas en el próximo Mundial. Soy una pieza importante del equipo, sé que me necesitan y me gustaría estar. Pero también hay otros jugadores que se están entrenando bien, entre ellos, mi hermano menor, Pablo, que se incorporó a la selección. Si no estoy yo, habrá otro que la va a romper. 



-Se habló bastante de la aparición de tu hermano Pablo. ¿Cómo lo describirías con tan sólo 20 años? 

-Es muy parecido a mí, improvisa mucho. Cuando lo vas a defender no sabés qué es lo que te va a hacer. Y al mismo tiempo, tiene el bagaje físico de mi hermano mayor, Sebastián. Es una mezcla de los dos. 



-¿Qué balance hacés de tu año? 

-En 2012 cumplí el sueño de mi vida, que era participar en unos Juegos Olímpicos. Desde que integré el seleccionado de Buenos Aires, a los 15 años, se me metió en la cabeza llegar a los Juegos. Allí en Londres también estuve lesionado, pero lo pude sobrellevar. Y en Ivry, el club de la liga francesa, tanto Sebastián como yo somos jugadores importantes. 



-¿Cuándo creés que el seleccionado de handball alcanzará su pico máximo de rendimiento? 

-Estoy seguro de que será en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; muchos llegarán ya con una experiencia olímpica y en plenitud. Yo lo jugaré con 26 años; Sebastián tendrá 30, y Pablo, 24. 

El handball espera al Chino Simonet

Diego Simonet sonríe. Siempre. Aunque por dentro le recorra la angustia de no saber si participará en el Mundial de handball, que comenzará el 11 de enero en España. 





En estos días, el Chino se moviliza con una bota en la pierna izquierda por la rotura parcial de dos ligamentos del tobillo, una fatídica lesión ocurrida el 26 de noviembre durante un entrenamiento en el Ivry francés. Eludió la cirugía, pero desde hace rato juega su propia cuenta regresiva antes del debut de la Argentina ante Montenegro, el 12 del mes próximo. El médico del seleccionado, Carlos Marino, comunicó: «Todo dependerá de la respuesta de su rehabilitación, que iniciamos la semana pasada». 

Se encegueció al momento de sufrir la lesión. «No me importa nada, juego roto», reaccionó Simonet. Pero después supo que no podría luchar contra los tiempos de la medicina. «Los médicos me pintaron el panorama y ahí me empecé a preocupar. Agaché la cabeza y me propuse arrancar cuanto antes con la recuperación, porque, si no, no llegaba al torneo. Hoy tengo un 40 por ciento de posibilidades de llegar al Mundial, ésa es la verdad», admite Simonet, el equivalente de Messi para el seleccionado de fútbol, Ginóbili para la Generación Dorada o Aymar para las Leonas. 

En condiciones normales, la rehabilitación del tobillo le demandaría dos meses, pero el mundo del handball aceleró los tiempos para que la gran figura nacional esté presente en la cita. Todos quieren ver su magia en la cancha nuevamente; su ausencia significaría un golpe demasiado fuerte para la Argentina. «Si llego, lo haré con lo justo; podría estar en un 80 por ciento. Si no, me tomaré revancha en Qatar 2015», proyecta.

 El director técnico, Eduardo Gallardo, lo esperará hasta último momento, atento siempre a los estudios del cuerpo médico: «Diego es fundamental para nosotros, es el jugador diferente. El médico está trabajando muy duro con él; por suerte, el problema es en el tobillo y no en la rodilla. Si llega bien, jugará el Mundial. Puede aportar diez minutos por tiempo en los tres partidos fundamentales del Grupo A, frente a Montenegro, Brasil y Túnez. Y no lo descarto para el encuentro ante Alemania. Pero lógicamente, la prioridad es no poner en riesgo su integridad física». 

A los 22 años, el Chino es más propenso a recibir golpes y sufrir lesiones que otros jugadores por su estilo de juego rápido y explosivo. Se expone más, en medio del fragor típico del handball. Por supuesto: jamás negociará su manera de jugar, pero desde que forma parte de la liga francesa realizó un fortalecimiento muscular que le permitió jugar casi todos los partidos. «Soy joven y estoy conociendo mi cuerpo», cuenta. 



-¿Qué implicaría para tu carrera perderte el próximo Mundial? 

-Y… sería una lástima, sobre todo porque el grupo está muy bien y, en los amistosos de la gira con Dinamarca, la Argentina demostró que puede hacer cosas buenas en el próximo Mundial. Soy una pieza importante del equipo, sé que me necesitan y me gustaría estar. Pero también hay otros jugadores que se están entrenando bien, entre ellos, mi hermano menor, Pablo, que se incorporó a la selección. Si no estoy yo, habrá otro que la va a romper. 



-Se habló bastante de la aparición de tu hermano Pablo. ¿Cómo lo describirías con tan sólo 20 años? 

-Es muy parecido a mí, improvisa mucho. Cuando lo vas a defender no sabés qué es lo que te va a hacer. Y al mismo tiempo, tiene el bagaje físico de mi hermano mayor, Sebastián. Es una mezcla de los dos. 



-¿Qué balance hacés de tu año? 

-En 2012 cumplí el sueño de mi vida, que era participar en unos Juegos Olímpicos. Desde que integré el seleccionado de Buenos Aires, a los 15 años, se me metió en la cabeza llegar a los Juegos. Allí en Londres también estuve lesionado, pero lo pude sobrellevar. Y en Ivry, el club de la liga francesa, tanto Sebastián como yo somos jugadores importantes. 



-¿Cuándo creés que el seleccionado de handball alcanzará su pico máximo de rendimiento? 

-Estoy seguro de que será en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; muchos llegarán ya con una experiencia olímpica y en plenitud. Yo lo jugaré con 26 años; Sebastián tendrá 30, y Pablo, 24.