Atlético de Madrid grita campeón



Corría el Mundial de 1990, en Italia. Uno de los partidos que correspondían a los octavos de final albergaba a Brasil y a Argentina. En ese partido, el Scratch fue ampliamente superior a los albicelestes, donde pegaron tres pelotazos contra los postes pero, sobre el final, el partido lo ganó Argentina con un memorable gol de Caniggia. Hoy, 2013, en Madrid, se enfrentaron por la final de la Copa del Rey los dos equipos más populares de la ciudad, el Real Madrid y el Atlético. El marco, un Santiago Bernabéu que desbordaba de la cantidad de público cien por ciento madridistas. Otro clásico, otra ronda decisiva, otra vez el equipo que pegó tres pelotazos en el poste terminó perdiendo.
El conjunto dirigido por el argentino Diego Simeone se consagró campeón tras derrotar a su clásico de la ciudad por 2-1 en el mismísimo Santiago Bernabéu. Cristiano Ronaldo abrió el marcador para el Real Madrid tras un excelente cabezazo. Posteriormente, tras una genialidad de Radamel Falcao, Costa anota el empate. Y en tiempo extra, Miranda, con otro cabezazo, sentencia el final con el segundo gol para el Atlético de Madrid que no sólo jugaba contra un rival que demostró ser ampliamente superior, sino, que también se confirmaba su condición de visitante, aunque la elección del estadio se produce mucho tiempo antes de conocer a los finalistas.
El partido, demasiado caliente, llegó al tiempo extra, ya sin José Mourinho en el vestuario tras ser expulsado del partido en su última presentación como director técnico del Real Madrid. Sin parar un momento, hubo golpes, empujones, insultos, sobre todo en el segundo tiempo extra. El portero del Atlético de Madrid resultó herido tras una agresión de la tribuna (algo le pegó en la nuca). Anteriormente, Cristiano Ronaldo fue expulsado tras un golpe totalmente infantil que desnudaba la calentura y la impotencia que dominaba al conjunto merengue, todo eso, en medio de una catombe, con Simeone y todo el banco del Atlético de Madrid yendo a buscar al banco contrario un descargo. Agarrones…sobraban. Todavía los jugadores visitantes intentaban jugar a la pelota, aunque durante los 120 minutos de partido no fue demasiado por parte de ninguno de los dos. El Real Madrid, mientras tanto, seguía buscando el empate para concretar en los penales. Cada llegada era cuestión de quejas por parte de la afición local. Pedían penales inexistentes y, así, la gente desbordaba al darse cuenta que el árbitro no “compraba”. El único rival del Real Madrid fueron ellos mismos, que tras tantas quejas perdieron mucho tiempo que pudieron haberlo aprovechado. El Atlético de Madrid se protegía con cautela aunque aplicando faltas, a toda hora. El árbitro, a la vez, adicionaba cinco minutos más. El clima cada vez más caliente. El juez, en el centro de todas las miradas. Tratando de abrir la cancha, buscando a Gonzalo Higuaín, ya sin ideas, el Real Madrid desesperaba por el empate. Finalmente, tras 125 minutos de juego el árbitro pitó el final y el Atlético de Madrid se consagró campeón, con Diego López en el área rival buscando un cabezazo milagroso. Este día, el Aleti rompe con una racha de 25 partidos sin ganarle a su eterno rival, histórica. Los jugadores del Real Madrid, recibían las medallas, que, automáticamente, se la desprendían de su cuerpo. Más muestras de impotencia. Si habían dudas de cuál sería el futuro de Mourinho, ya no las hay. De fondo: “Campeones campeones oé oé oé” llegaba desde las tribunas colchoneras.
La última vez que el Atlético de Madrid consiguió este torneo, lo hizo en la temporada 1995/96 con Diego Simeone en cancha. La última vez que el campeón derrotó al Real Madrid fue en el año 1999. Esta, fue la quinta final entre el Madrid y el Atlético. De esas cinco finales, el conjunto colchonero ganó tres, curiosamente, todas en el estadio Chamartín, primera casa del Real Madrid hasta 1947.
Historias si las hay. Desde el maracanazo, hasta la epopeya de Italia y España en los Mundiales del 2006 y 2010 respectivamente. Hoy, 17 de mayo “Madrid, cabrón saluda al campeón” se escucha en todo el Santiago Bernabéu, con otra historia para contar, con los colchoneros consiguiendo otra Copa del Rey para su palmarés, la décima. El número que, el Real Madrid, no pudo alcanzar en la UEFA Champions League, tampoco la Liga. Esto cierra una temporada negra en la historia merengue. Mourinho…es historia.


Por Juan Eichmann

Atlético de Madrid grita campeón



Corría el Mundial de 1990, en Italia. Uno de los partidos que correspondían a los octavos de final albergaba a Brasil y a Argentina. En ese partido, el Scratch fue ampliamente superior a los albicelestes, donde pegaron tres pelotazos contra los postes pero, sobre el final, el partido lo ganó Argentina con un memorable gol de Caniggia. Hoy, 2013, en Madrid, se enfrentaron por la final de la Copa del Rey los dos equipos más populares de la ciudad, el Real Madrid y el Atlético. El marco, un Santiago Bernabéu que desbordaba de la cantidad de público cien por ciento madridistas. Otro clásico, otra ronda decisiva, otra vez el equipo que pegó tres pelotazos en el poste terminó perdiendo.
El conjunto dirigido por el argentino Diego Simeone se consagró campeón tras derrotar a su clásico de la ciudad por 2-1 en el mismísimo Santiago Bernabéu. Cristiano Ronaldo abrió el marcador para el Real Madrid tras un excelente cabezazo. Posteriormente, tras una genialidad de Radamel Falcao, Costa anota el empate. Y en tiempo extra, Miranda, con otro cabezazo, sentencia el final con el segundo gol para el Atlético de Madrid que no sólo jugaba contra un rival que demostró ser ampliamente superior, sino, que también se confirmaba su condición de visitante, aunque la elección del estadio se produce mucho tiempo antes de conocer a los finalistas.
El partido, demasiado caliente, llegó al tiempo extra, ya sin José Mourinho en el vestuario tras ser expulsado del partido en su última presentación como director técnico del Real Madrid. Sin parar un momento, hubo golpes, empujones, insultos, sobre todo en el segundo tiempo extra. El portero del Atlético de Madrid resultó herido tras una agresión de la tribuna (algo le pegó en la nuca). Anteriormente, Cristiano Ronaldo fue expulsado tras un golpe totalmente infantil que desnudaba la calentura y la impotencia que dominaba al conjunto merengue, todo eso, en medio de una catombe, con Simeone y todo el banco del Atlético de Madrid yendo a buscar al banco contrario un descargo. Agarrones…sobraban. Todavía los jugadores visitantes intentaban jugar a la pelota, aunque durante los 120 minutos de partido no fue demasiado por parte de ninguno de los dos. El Real Madrid, mientras tanto, seguía buscando el empate para concretar en los penales. Cada llegada era cuestión de quejas por parte de la afición local. Pedían penales inexistentes y, así, la gente desbordaba al darse cuenta que el árbitro no “compraba”. El único rival del Real Madrid fueron ellos mismos, que tras tantas quejas perdieron mucho tiempo que pudieron haberlo aprovechado. El Atlético de Madrid se protegía con cautela aunque aplicando faltas, a toda hora. El árbitro, a la vez, adicionaba cinco minutos más. El clima cada vez más caliente. El juez, en el centro de todas las miradas. Tratando de abrir la cancha, buscando a Gonzalo Higuaín, ya sin ideas, el Real Madrid desesperaba por el empate. Finalmente, tras 125 minutos de juego el árbitro pitó el final y el Atlético de Madrid se consagró campeón, con Diego López en el área rival buscando un cabezazo milagroso. Este día, el Aleti rompe con una racha de 25 partidos sin ganarle a su eterno rival, histórica. Los jugadores del Real Madrid, recibían las medallas, que, automáticamente, se la desprendían de su cuerpo. Más muestras de impotencia. Si habían dudas de cuál sería el futuro de Mourinho, ya no las hay. De fondo: “Campeones campeones oé oé oé” llegaba desde las tribunas colchoneras.
La última vez que el Atlético de Madrid consiguió este torneo, lo hizo en la temporada 1995/96 con Diego Simeone en cancha. La última vez que el campeón derrotó al Real Madrid fue en el año 1999. Esta, fue la quinta final entre el Madrid y el Atlético. De esas cinco finales, el conjunto colchonero ganó tres, curiosamente, todas en el estadio Chamartín, primera casa del Real Madrid hasta 1947.
Historias si las hay. Desde el maracanazo, hasta la epopeya de Italia y España en los Mundiales del 2006 y 2010 respectivamente. Hoy, 17 de mayo “Madrid, cabrón saluda al campeón” se escucha en todo el Santiago Bernabéu, con otra historia para contar, con los colchoneros consiguiendo otra Copa del Rey para su palmarés, la décima. El número que, el Real Madrid, no pudo alcanzar en la UEFA Champions League, tampoco la Liga. Esto cierra una temporada negra en la historia merengue. Mourinho…es historia.


Por Juan Eichmann

La historia de nunca acabar en el fútbol europeo

En Europa, los hinchas aplican un terror ideológico. Sin importar la edad, el género y el nivel socioeconómico de los autores, se ven esvásticas y saludos hitlerianos, y hasta se oyen ruidos de monos. Cuando la violencia en el fútbol no es por negocio ni por poder.

FASCISTA. Paolo Di Canio, en una provocación.

El delantero Toto Tamuz ya no podía soportar más que la hinchada ultraderechista del Beitar Jerusalén, conocida como “La Familia”, alzara bananas y gruñera como monos cada vez que él tocaba la pelota. Por eso, cuando anotó a los 20 minutos del segundo tiempo el 2-1 para el Hapoel Tel Aviv, reclamó silencio con el dedo índice en los labios. Al instante, el árbitro Orel Greenfeld expulsó al nigeriano (que además forma parte de la Selección Israelí). El Beitar Jerusalén, único equipo de Israel que jamás contrató un futbolista árabe, finalmente ganaría 3 a 2.

La dirigencia de ese equipo sacó al otro día, el 30 de octubre del año pasado, un comunicado de prensa: “Hapoel Tel Aviv debería contener a Tamuz, que provoca a nuestra hinchada cada vez que nuestros equipos se enfrentan. Ya es hora de que Tamuz reciba el castigo que se merece por su comportamiento provocativo”.
El sociólogo Gerd Dembowski, de la organización FARE (Football Against Racism in Europe), llamó “gritones durmientes” a las hinchadas nazis. De esta manera, él se refería a los hinchas radicalizados: explicó que eran gritones porque se mezclaban en la multitud cuando cantaban, y durmientes ya que se activaban “ante una situación potencialmente provechosa para la ultraderecha”.
Sin la presencia de los ultras, resultan inexplicables el racismo y la xenofobia en las canchas. Sin embargo, según explicó el director ejecutivo de FARE, Piara Powar, “el mayor problema es la negación, las otras personas que dicen: ‘No pasa nada, no se preocupen por los racistas, son unos pocos’”.
Ramón Spaaij, un sociólogo holandés que estudió durante 6 años a los ultras de España, Holanda y Gran Bretaña, señaló en enero: “En España puede pasar con la mayor parte del público, sin importar edad, género ni nivel educativo. El abuso racial lo inicia el grupo de extrema derecha, pero eso puede terminar con chillidos de mono en todo el estadio. Presencié partidos en los que el 80% del público, incluidos ancianos y mujeres, hacía ruidos así”.
Por su parte, el periodista Richard Fitzpatrick recordó que en el partido de vuelta entre Barcelona y Real Madrid por la Supercopa de España del 2011, cuando el brasileño Marcelo, del conjunto Merengue, tocaba la pelota, en la hinchada del Barcelona gruñían como monos. Al día siguiente, ni Marca ni As le dieron importancia (que encima son diarios pro- Real Madrid). Es la naturalización del racismo. El mismísimo Pep Guardiola le restó importancia a la discriminación que había sufrido el también brasileño Dani Alves durante una goleada 5-1 del Barcelona al Espanyol en diciembre del 2010. “A veces pasa hasta cuando jugamos de local. Olvídese de eso, no importa”, le dijo a un periodista.
Alves había sido discriminado por las Brigadas Blanquiazules del Espanyol. Ninguna novedad: el 8 de enero del 2006, durante otro clásico frente al Barcelona, el camerunés Carlos Kameni, que en ese momento era el arquero del equipo, debió soportar que un miembro de esta misma Brigada le dijeron a través de un megáfono: “Kameni, te odiamos, eres un hijo de p***. Ve ahora y di en conferencia de prensa que esto es racismo: no importa si eres negro o naranja, eres una basura”. Ya otro camerunés, Samuel Eto’o, cuando jugaba en el Barcelona, decidió dejar la cancha debido a que ya no soportaba más a la hinchada del Zaragoza. También sufrió alguna vez a los Ultra Sur (del Real Madrid) que, según denunció en abril, tienen el apoyo de José Mourinho y hasta de la dirigencia del club. Según se escribió en un diario local, los Ultra Sur ingresaron a la cancha en un partido ante el Osasuna con las entradas que la misma dirigencia del Osasuna le había dado a la del Real Madrid.
Por otro lado, en Italia también sucede: la ultraderecha de la Juventus, por ejemplo, puso una bandera cuando Mario Balotelli jugaba en el Inter y luego en la Selección Italiana: “Un negro no puede ser italiano”. Otro caso: los ultras de la Lazio, conocidos como los Irriducibili, pusieron en el 2001 una bandera enorme en un clásico con la Roma que decía: “Equipo de negros, hinchada de judíos”. Otra bandera, de 1998: “Auschwitz es tu patria; los hornos, tu casa”. Allí, en la Lazio, el club del que se hizo socio Benito Mussolini en 1929, jugaba en el 2005 un fascista confeso, Paolo Di Canio (recientemente nuevo entrenador del Sunderland de Inglaterra), que escribió en su autobiografía que Il Duce había sido “un incomprendido”. Pero la Roma tiene también fascistas. Es una imagen repetida: en la capital italiana, tanto la Roma como la Lazio tienen una facción nazi entre sus hinchas, y no lo callan.
También el arquero australiano Mark Bosnich, ya retirado, solía hacer, al igual que Di Canio, el saludo fascista en plena cancha. Pero Bosnich, ex jugador del Manchester United y del Aston Villa, se lo hacía a la hinchada del Tottenham Hotspur, un club alentado por gran cantidad de judíos).
Sin ir más lejos, tampoco se puede pasar por alto el caso de Atlanta en el fútbol argentino:
          En febrero del año 2000, los hinchas de Defensores de Belgrano cruzaron los límites de las cargadas y lanzaron jabones a la cancha cuando los jugadores de Atlanta hacían su ingreso. El escándalo partió de la tribuna local denominada “Marcos Zucker” (hijo del actor fallecido), un joven judío desaparecido durante la última dictadura cívico- militar.
          Chacarita y All Boys son los 2 clubes que mayor rivalidad tienen con Atlanta. Hinchas del Funebrero llevaron históricamente una bandera con la leyenda “yo nazi en San Martín”. Los de All Boys no se quedaron atrás y copiaron la idea con la frase “yo nazi en Floresta”. Aunque por esa bandera, el Albo padeció en el 2003 una multa económica.

Aquella bandera discriminatoria de la hinchada de All Boys.

          Chacarita y Atlanta empataron 1 a 1 en su último enfrentamiento el año pasado, en San Martín. A Chacarita le restaron ese punto por cantos contra la comunidad judía. El presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA, Fernando Mitjan, apuntó: “Esto sobrepasa el folclore o la burla”.

En conclusión, la lista de hinchadas con grandes agrupaciones nazis en su interior es interminable: desde la del Borac Cacak, de Serbia- que amenazó el 14 de octubre del 2006 a un delantero nacido en Zimbabwe, Mike Tawmanyera, con disfraces racistas (del Ku Klux Klan)-, hasta la del Slovan Bratislava, de Eslovaquia, que el 20 de abril del 2007 extendió en un partido frente al FC Senec una bandera con el mensaje: “Feliz cumpleaños, Adolf”, y una caricatura sonriente de Hitler.
12 casos de racismo y expresiones nazis relevó FARE en octubre del año pasado.
2 años hace que el Barcelona pone una cláusula antirracismo en los contratos.
Principales clubes con hinchas nazis:
Alemania:Schalke 04 y Energy Cotbus.
España:Atlético Madrid, Espanyol, Osasuna, Real Madrid y Zaragoza.
Francia:París Saint- Germain.
Inglaterra:Chelsea y Millwall.
Italia:Lazio, Roma y Verona.
Polonia:Legia Varsovia.
República Checa: Sparta Praga.
Rusia:Lokomotiv Moscú y Zenit.
Serbia:Estrella Roja de Belgrado.
Suecia:IFK Goteborg.
Ucrania:Dynamo Kiev.
La FIFA lucha incansablemente contra las muestras de odio. 

Pero también existe la contracara de toda esta situación, que está representada en Europa principalmente por el St. Pauli, un equipo de Hamburgo que participa de la segunda división del fútbol alemán y que hasta llegó a participar en la Bundesliga dos temporadas atrás. La hinchada de este equipo es reconocida en Europa por su lucha contra el nazismo, el fascismo, la homofobia y hasta el sexismo (en 2002, por ejemplo, pidió que sacaran de su estadio una publicidad de la revista Maxim ya que consideraba que discriminaba a las mujeres).
“Vamos a construir un subte desde St. Pauli hasta Auschwitz”, le cantan las hinchadas nazis con las que se cruzan.
En 1997, la hinchada del St. Pauli exigió que su propio estadio dejara de llamarse “Wilhelm Koch”. Resulta que Koch, un antiguo presidente del club, era miembro del Partido Nacional- Socialista y hasta se había beneficiado de expropiaciones a judíos. Finalmente, la hincha lo logró: hoy, el nombre del estadio es “Millerntor”. La hinchada también organiza torneos de fútbol junto a otras hinchadas de Europa en contra del nazismo y el fascismo. 
Por Lior Behar

La historia de nunca acabar en el fútbol europeo

En Europa, los hinchas aplican un terror ideológico. Sin importar la edad, el género y el nivel socioeconómico de los autores, se ven esvásticas y saludos hitlerianos, y hasta se oyen ruidos de monos. Cuando la violencia en el fútbol no es por negocio ni por poder.

FASCISTA. Paolo Di Canio, en una provocación.

El delantero Toto Tamuz ya no podía soportar más que la hinchada ultraderechista del Beitar Jerusalén, conocida como “La Familia”, alzara bananas y gruñera como monos cada vez que él tocaba la pelota. Por eso, cuando anotó a los 20 minutos del segundo tiempo el 2-1 para el Hapoel Tel Aviv, reclamó silencio con el dedo índice en los labios. Al instante, el árbitro Orel Greenfeld expulsó al nigeriano (que además forma parte de la Selección Israelí). El Beitar Jerusalén, único equipo de Israel que jamás contrató un futbolista árabe, finalmente ganaría 3 a 2.

La dirigencia de ese equipo sacó al otro día, el 30 de octubre del año pasado, un comunicado de prensa: “Hapoel Tel Aviv debería contener a Tamuz, que provoca a nuestra hinchada cada vez que nuestros equipos se enfrentan. Ya es hora de que Tamuz reciba el castigo que se merece por su comportamiento provocativo”.
El sociólogo Gerd Dembowski, de la organización FARE (Football Against Racism in Europe), llamó “gritones durmientes” a las hinchadas nazis. De esta manera, él se refería a los hinchas radicalizados: explicó que eran gritones porque se mezclaban en la multitud cuando cantaban, y durmientes ya que se activaban “ante una situación potencialmente provechosa para la ultraderecha”.
Sin la presencia de los ultras, resultan inexplicables el racismo y la xenofobia en las canchas. Sin embargo, según explicó el director ejecutivo de FARE, Piara Powar, “el mayor problema es la negación, las otras personas que dicen: ‘No pasa nada, no se preocupen por los racistas, son unos pocos’”.
Ramón Spaaij, un sociólogo holandés que estudió durante 6 años a los ultras de España, Holanda y Gran Bretaña, señaló en enero: “En España puede pasar con la mayor parte del público, sin importar edad, género ni nivel educativo. El abuso racial lo inicia el grupo de extrema derecha, pero eso puede terminar con chillidos de mono en todo el estadio. Presencié partidos en los que el 80% del público, incluidos ancianos y mujeres, hacía ruidos así”.
Por su parte, el periodista Richard Fitzpatrick recordó que en el partido de vuelta entre Barcelona y Real Madrid por la Supercopa de España del 2011, cuando el brasileño Marcelo, del conjunto Merengue, tocaba la pelota, en la hinchada del Barcelona gruñían como monos. Al día siguiente, ni Marca ni As le dieron importancia (que encima son diarios pro- Real Madrid). Es la naturalización del racismo. El mismísimo Pep Guardiola le restó importancia a la discriminación que había sufrido el también brasileño Dani Alves durante una goleada 5-1 del Barcelona al Espanyol en diciembre del 2010. “A veces pasa hasta cuando jugamos de local. Olvídese de eso, no importa”, le dijo a un periodista.
Alves había sido discriminado por las Brigadas Blanquiazules del Espanyol. Ninguna novedad: el 8 de enero del 2006, durante otro clásico frente al Barcelona, el camerunés Carlos Kameni, que en ese momento era el arquero del equipo, debió soportar que un miembro de esta misma Brigada le dijeron a través de un megáfono: “Kameni, te odiamos, eres un hijo de p***. Ve ahora y di en conferencia de prensa que esto es racismo: no importa si eres negro o naranja, eres una basura”. Ya otro camerunés, Samuel Eto’o, cuando jugaba en el Barcelona, decidió dejar la cancha debido a que ya no soportaba más a la hinchada del Zaragoza. También sufrió alguna vez a los Ultra Sur (del Real Madrid) que, según denunció en abril, tienen el apoyo de José Mourinho y hasta de la dirigencia del club. Según se escribió en un diario local, los Ultra Sur ingresaron a la cancha en un partido ante el Osasuna con las entradas que la misma dirigencia del Osasuna le había dado a la del Real Madrid.
Por otro lado, en Italia también sucede: la ultraderecha de la Juventus, por ejemplo, puso una bandera cuando Mario Balotelli jugaba en el Inter y luego en la Selección Italiana: “Un negro no puede ser italiano”. Otro caso: los ultras de la Lazio, conocidos como los Irriducibili, pusieron en el 2001 una bandera enorme en un clásico con la Roma que decía: “Equipo de negros, hinchada de judíos”. Otra bandera, de 1998: “Auschwitz es tu patria; los hornos, tu casa”. Allí, en la Lazio, el club del que se hizo socio Benito Mussolini en 1929, jugaba en el 2005 un fascista confeso, Paolo Di Canio (recientemente nuevo entrenador del Sunderland de Inglaterra), que escribió en su autobiografía que Il Duce había sido “un incomprendido”. Pero la Roma tiene también fascistas. Es una imagen repetida: en la capital italiana, tanto la Roma como la Lazio tienen una facción nazi entre sus hinchas, y no lo callan.
También el arquero australiano Mark Bosnich, ya retirado, solía hacer, al igual que Di Canio, el saludo fascista en plena cancha. Pero Bosnich, ex jugador del Manchester United y del Aston Villa, se lo hacía a la hinchada del Tottenham Hotspur, un club alentado por gran cantidad de judíos).
Sin ir más lejos, tampoco se puede pasar por alto el caso de Atlanta en el fútbol argentino:
          En febrero del año 2000, los hinchas de Defensores de Belgrano cruzaron los límites de las cargadas y lanzaron jabones a la cancha cuando los jugadores de Atlanta hacían su ingreso. El escándalo partió de la tribuna local denominada “Marcos Zucker” (hijo del actor fallecido), un joven judío desaparecido durante la última dictadura cívico- militar.
          Chacarita y All Boys son los 2 clubes que mayor rivalidad tienen con Atlanta. Hinchas del Funebrero llevaron históricamente una bandera con la leyenda “yo nazi en San Martín”. Los de All Boys no se quedaron atrás y copiaron la idea con la frase “yo nazi en Floresta”. Aunque por esa bandera, el Albo padeció en el 2003 una multa económica.

Aquella bandera discriminatoria de la hinchada de All Boys.

          Chacarita y Atlanta empataron 1 a 1 en su último enfrentamiento el año pasado, en San Martín. A Chacarita le restaron ese punto por cantos contra la comunidad judía. El presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA, Fernando Mitjan, apuntó: “Esto sobrepasa el folclore o la burla”.

En conclusión, la lista de hinchadas con grandes agrupaciones nazis en su interior es interminable: desde la del Borac Cacak, de Serbia- que amenazó el 14 de octubre del 2006 a un delantero nacido en Zimbabwe, Mike Tawmanyera, con disfraces racistas (del Ku Klux Klan)-, hasta la del Slovan Bratislava, de Eslovaquia, que el 20 de abril del 2007 extendió en un partido frente al FC Senec una bandera con el mensaje: “Feliz cumpleaños, Adolf”, y una caricatura sonriente de Hitler.
12 casos de racismo y expresiones nazis relevó FARE en octubre del año pasado.
2 años hace que el Barcelona pone una cláusula antirracismo en los contratos.
Principales clubes con hinchas nazis:
Alemania:Schalke 04 y Energy Cotbus.
España:Atlético Madrid, Espanyol, Osasuna, Real Madrid y Zaragoza.
Francia:París Saint- Germain.
Inglaterra:Chelsea y Millwall.
Italia:Lazio, Roma y Verona.
Polonia:Legia Varsovia.
República Checa: Sparta Praga.
Rusia:Lokomotiv Moscú y Zenit.
Serbia:Estrella Roja de Belgrado.
Suecia:IFK Goteborg.
Ucrania:Dynamo Kiev.
La FIFA lucha incansablemente contra las muestras de odio. 

Pero también existe la contracara de toda esta situación, que está representada en Europa principalmente por el St. Pauli, un equipo de Hamburgo que participa de la segunda división del fútbol alemán y que hasta llegó a participar en la Bundesliga dos temporadas atrás. La hinchada de este equipo es reconocida en Europa por su lucha contra el nazismo, el fascismo, la homofobia y hasta el sexismo (en 2002, por ejemplo, pidió que sacaran de su estadio una publicidad de la revista Maxim ya que consideraba que discriminaba a las mujeres).
“Vamos a construir un subte desde St. Pauli hasta Auschwitz”, le cantan las hinchadas nazis con las que se cruzan.
En 1997, la hinchada del St. Pauli exigió que su propio estadio dejara de llamarse “Wilhelm Koch”. Resulta que Koch, un antiguo presidente del club, era miembro del Partido Nacional- Socialista y hasta se había beneficiado de expropiaciones a judíos. Finalmente, la hincha lo logró: hoy, el nombre del estadio es “Millerntor”. La hinchada también organiza torneos de fútbol junto a otras hinchadas de Europa en contra del nazismo y el fascismo. 
Por Lior Behar

Empate en el Parque de los Príncipes



El Barcelona y el Paris Saint Germain se vieron las caras en el partido de ida por los cuartos de final de la UEFA Champions League. El partido, que se disputó en Francia, culminó con un empate más que interesante tras un 2-2 que deja las puertas abiertas para que cualquiera de los dos equipos sea semifinalista. En un encuentro más que parejo, el Barcelona tuvo mucho más posesión del balón que su rival, aunque con respecto a las llegadas peligrosas se vieron muy emparejadas por ambos lados. El partido comenzó muy dinámico, con llegadas alternativas para los dos conjuntos. Primero llegaba el PSG y posteriormente, el Barcelona. Así avisaban uno y otro. Ezequiel Lavezzi, por su lado, ya había rematado un disparo que rebotó en el poste derecho de Víctor Valdés. El encuentro continuaba con mucho dinamismo aunque con el correr de los minutos el conjunto culé comenzó a tomar la posesión de la pelota y fue así que tras un increíble pase del brasileño Daniel Alves de tres dedos para Lionel Messi, que definió abajo, el duelo se inclinaba a favor de los visitantes. El tiempo trascurría y llegaba el final de la primera etapa, con un Messi que se tocaba con preocupación el bíceps femoral de su pierna derecha.
Arrancaba la segunda etapa con un Barcelona que ya no contaba con la estrella argentina dentro del campo, ya que fue suplantado por el español Cesc Fábregas. Tito Vilanova tomó esta decisión para cuidar a Messi. Dentro de la cancha, el equipo local salió decidido a empatar el partido y lo consiguió. Tras un centro ejecutado muy cerca del área, la pelota rebotó en el poste del arquero español y Zlatan Ibrahimovic, en posición adelantada, anotó el empate para poner las cosas más picantes. Nuevamente, el partido volvía a transformarse en un constante ida y vuelta. Con llegada para ambos lados. Tanto fue así que en el minuto 88 de juego, Cesc Fábregas le cedió un pase excelente al chileno Alexis Sánchez y este fue derribado por el portero Sirigu. Xavi Hernández se encargó de patear el penal y convertir el gol que le volvía a dar la ventaja a los españoles, pero el partido no acabó allí. En el último minuto de juego, ya con Javier Mascherano fuera de la cancha por una rotura de ligamento en la rodilla derecha (que le demandará seis semanas fuera de las canchas), un tiro desde afuera del área de Matuidi logró batir a Valdés tras una floja respuesta y la fe de clasificación volvió para todo el equipo francés. Ahora, deberán volver a verse las caras en el Camp Nou el próximo 10 de abril para definir quién será el próximo semifinalista.
Al margen del partido, Lionel Messi volvió a batir otro récord, ya que se transformó en el primer jugador en convertir en 20 ciudades diferentes jugando por la Champions League.



Por Juan Eichmann

Empate en el Parque de los Príncipes



El Barcelona y el Paris Saint Germain se vieron las caras en el partido de ida por los cuartos de final de la UEFA Champions League. El partido, que se disputó en Francia, culminó con un empate más que interesante tras un 2-2 que deja las puertas abiertas para que cualquiera de los dos equipos sea semifinalista. En un encuentro más que parejo, el Barcelona tuvo mucho más posesión del balón que su rival, aunque con respecto a las llegadas peligrosas se vieron muy emparejadas por ambos lados. El partido comenzó muy dinámico, con llegadas alternativas para los dos conjuntos. Primero llegaba el PSG y posteriormente, el Barcelona. Así avisaban uno y otro. Ezequiel Lavezzi, por su lado, ya había rematado un disparo que rebotó en el poste derecho de Víctor Valdés. El encuentro continuaba con mucho dinamismo aunque con el correr de los minutos el conjunto culé comenzó a tomar la posesión de la pelota y fue así que tras un increíble pase del brasileño Daniel Alves de tres dedos para Lionel Messi, que definió abajo, el duelo se inclinaba a favor de los visitantes. El tiempo trascurría y llegaba el final de la primera etapa, con un Messi que se tocaba con preocupación el bíceps femoral de su pierna derecha.
Arrancaba la segunda etapa con un Barcelona que ya no contaba con la estrella argentina dentro del campo, ya que fue suplantado por el español Cesc Fábregas. Tito Vilanova tomó esta decisión para cuidar a Messi. Dentro de la cancha, el equipo local salió decidido a empatar el partido y lo consiguió. Tras un centro ejecutado muy cerca del área, la pelota rebotó en el poste del arquero español y Zlatan Ibrahimovic, en posición adelantada, anotó el empate para poner las cosas más picantes. Nuevamente, el partido volvía a transformarse en un constante ida y vuelta. Con llegada para ambos lados. Tanto fue así que en el minuto 88 de juego, Cesc Fábregas le cedió un pase excelente al chileno Alexis Sánchez y este fue derribado por el portero Sirigu. Xavi Hernández se encargó de patear el penal y convertir el gol que le volvía a dar la ventaja a los españoles, pero el partido no acabó allí. En el último minuto de juego, ya con Javier Mascherano fuera de la cancha por una rotura de ligamento en la rodilla derecha (que le demandará seis semanas fuera de las canchas), un tiro desde afuera del área de Matuidi logró batir a Valdés tras una floja respuesta y la fe de clasificación volvió para todo el equipo francés. Ahora, deberán volver a verse las caras en el Camp Nou el próximo 10 de abril para definir quién será el próximo semifinalista.
Al margen del partido, Lionel Messi volvió a batir otro récord, ya que se transformó en el primer jugador en convertir en 20 ciudades diferentes jugando por la Champions League.



Por Juan Eichmann

El Bayern Münich tiene un pie en los cuartos de final



La acción continuó en Europa en lo que respecta a los partidos correspondientes por los octavos de final de la UEFA Champions League, donde hubo acción en Inglaterra, porque se enfrentaron el Arsenal y el Bayern Münich, mientras que por otro lado, en Portugal, el Porto se midió ante la gran sorpresa de la temporada, el Málaga.
El partido a destacar de la jornada fue el que se disputó en Londres, donde, en condición de visitante, el Bayer Münich derrotó por 3-1 a un Arsenal que se encuentra cada vez menos lúcido, con muchas dudas y una profunda crisis futbolística de la cual el conjunto dirigido por Arcén Wenger pareciera no poder salir. Desde ya, el principal favorito era el conjunto alemán, que además de ser el subcampeón actual de dicha competencia, demuestra en su liga un juego muy superior a los Gunners. En un principio, el Arsenal intentó acercarse al primer gol desde la banda derecha por medio de Theo Walcott y Santi Cazorla, aunque sin éxito. Sin embargo, apenas a los siete minutos de juego, el Bayer Münich, mediante el bávaro Toni Cross, tras una excelente volea, logró la apertura del marcador y comenzó a marcar el rumbo de la llave. Tan sólo 15 minutos más tarde, tras un saque de esquina fue Thomas Müller quien encontró la pelota boyando en el área chica luego de un rebote y éste anotó el 2 por 0 para que la alegría de los visitantes sea aún mayor. Con mejor juego que su rival, el equipo de Alemania se iba al descanso, mientras que el Arsenal se encontraba realmente aturdido en su estadio y abucheado por su propia afición. 


 La segunda mitad demostró más de lo mismo, aunque a los 15´ tras una córner que favorecía al Arsenal (que correspondía saque de meta, no tiro de esquina), fue Lukas Podolski quien se encontró con la pelota tras una pésima salida del portero Neuer y empujó la pelota hacia la red con la cabeza. A partir de ahí, el equipo local pudo salir un poco más e intentaba mediante centros y tiros de media distancia, pero, finalmente, un centro de Lahm y la recepción del croata Mario Mandzukic que con el taco provocó una muy extraña parábola sentenciaron el 3-1 final para dejar al Bayer Münich muy bien parado de cara al partido de vuelta que se disputará el próximo 13 de marzo en el Alianza Arena.

(Joao Moutinho festeja el tanto anotado frente al Málaga)

Por otro lado, en Portugal, el Porto venció al mejor debutante en la historia de la Champions League, que tras ganar su grupo, el Málaga perdió el invicto que llevaba por este torneo. En el partido más importante en la historia del conjunto español, los portugueses fueron altamente superiores, dando una exhibición de fútbol en el mediocampo. Casi ni se cuentan llegadas del equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini que, cabe destacar, fue un gran resultado que haya perdido solamente por la mínima diferencia. Durante la primera media hora, el Porto se movió por todo el campo, provocando que su rival nunca pueda salir jugando ni que provoque ocasiones de gol. A pesar de eso, la primera mitad culminó con el empate en cero. La segunda etapa se mostró un poco más variada, ya que los locales debían salir a buscar el partido y de esa forma los españoles tendrían más espacios para generar alguna contra. Finalmente, fue en el minuto 56 del partido cuando Alex Sandro vio un hueco y le cedió una excelente habilitación a Joao Moutinho que quedó parado sólo frente al arco y de esa manera concretó lo que fue el único tanto del encuentro. Finalmente, tras seguir comandando el partido, el Porto no pudo alargar distancias y el Málaga se llevó, dentro de las circunstancias en cómo se produjo el partido, un buen resultado de cara al partido de vuelta que se disputará en el estadio La Rosaleda.



Por Juan Eichmann

El Bayern Münich tiene un pie en los cuartos de final



La acción continuó en Europa en lo que respecta a los partidos correspondientes por los octavos de final de la UEFA Champions League, donde hubo acción en Inglaterra, porque se enfrentaron el Arsenal y el Bayern Münich, mientras que por otro lado, en Portugal, el Porto se midió ante la gran sorpresa de la temporada, el Málaga.
El partido a destacar de la jornada fue el que se disputó en Londres, donde, en condición de visitante, el Bayer Münich derrotó por 3-1 a un Arsenal que se encuentra cada vez menos lúcido, con muchas dudas y una profunda crisis futbolística de la cual el conjunto dirigido por Arcén Wenger pareciera no poder salir. Desde ya, el principal favorito era el conjunto alemán, que además de ser el subcampeón actual de dicha competencia, demuestra en su liga un juego muy superior a los Gunners. En un principio, el Arsenal intentó acercarse al primer gol desde la banda derecha por medio de Theo Walcott y Santi Cazorla, aunque sin éxito. Sin embargo, apenas a los siete minutos de juego, el Bayer Münich, mediante el bávaro Toni Cross, tras una excelente volea, logró la apertura del marcador y comenzó a marcar el rumbo de la llave. Tan sólo 15 minutos más tarde, tras un saque de esquina fue Thomas Müller quien encontró la pelota boyando en el área chica luego de un rebote y éste anotó el 2 por 0 para que la alegría de los visitantes sea aún mayor. Con mejor juego que su rival, el equipo de Alemania se iba al descanso, mientras que el Arsenal se encontraba realmente aturdido en su estadio y abucheado por su propia afición. 


 La segunda mitad demostró más de lo mismo, aunque a los 15´ tras una córner que favorecía al Arsenal (que correspondía saque de meta, no tiro de esquina), fue Lukas Podolski quien se encontró con la pelota tras una pésima salida del portero Neuer y empujó la pelota hacia la red con la cabeza. A partir de ahí, el equipo local pudo salir un poco más e intentaba mediante centros y tiros de media distancia, pero, finalmente, un centro de Lahm y la recepción del croata Mario Mandzukic que con el taco provocó una muy extraña parábola sentenciaron el 3-1 final para dejar al Bayer Münich muy bien parado de cara al partido de vuelta que se disputará el próximo 13 de marzo en el Alianza Arena.

(Joao Moutinho festeja el tanto anotado frente al Málaga)

Por otro lado, en Portugal, el Porto venció al mejor debutante en la historia de la Champions League, que tras ganar su grupo, el Málaga perdió el invicto que llevaba por este torneo. En el partido más importante en la historia del conjunto español, los portugueses fueron altamente superiores, dando una exhibición de fútbol en el mediocampo. Casi ni se cuentan llegadas del equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini que, cabe destacar, fue un gran resultado que haya perdido solamente por la mínima diferencia. Durante la primera media hora, el Porto se movió por todo el campo, provocando que su rival nunca pueda salir jugando ni que provoque ocasiones de gol. A pesar de eso, la primera mitad culminó con el empate en cero. La segunda etapa se mostró un poco más variada, ya que los locales debían salir a buscar el partido y de esa forma los españoles tendrían más espacios para generar alguna contra. Finalmente, fue en el minuto 56 del partido cuando Alex Sandro vio un hueco y le cedió una excelente habilitación a Joao Moutinho que quedó parado sólo frente al arco y de esa manera concretó lo que fue el único tanto del encuentro. Finalmente, tras seguir comandando el partido, el Porto no pudo alargar distancias y el Málaga se llevó, dentro de las circunstancias en cómo se produjo el partido, un buen resultado de cara al partido de vuelta que se disputará en el estadio La Rosaleda.



Por Juan Eichmann

El Borussia Dortmund consigue un gran empate en Ucrania



Continúan los partidos correspondientes a los octavos de final de la UEFA Champions League con la presentación del Real Madrid y el Manchester United jugando en el Santiago Bernabéu y, por otro lado, el Shaktar Donetsk se enfrentó al Borussia Dortmund.
En Ucrania, bajo la mirada de 49.000 espectadores el Shaktar y el campeón alemán empataron 2-2 en un partido muy reñido, que deja bien parado a los teutones de cara al partido de vuelta que se disputará en tierras bávaras. El primer tiempo mostró, primero, al conjunto visitante como el más interesado a llevarse el triunfo, ya que a los 17 minutos Mats Hummels estuvo muy cerca de anotar mediante un cabezazo. Sin embargo, en el minuto 31 Darío Srna anotó un verdadero golazo de tiro libre y le daba la ventaja al equipo local. Después del gol, el Shaktar se transformó en un equipo más replegado, aunque nunca cambió su táctica de atacar de contragolpe. Finalmente, tras varios intentos fallidos por parte de los visitantes, con remates de larga distancia, fue en el minuto 41cuando Mario Götze envió un centro desde la izquierda y tras un remate de Robert Lewandowski quedaba sentenciado el empate.
En la segunda etapa el partido se presentaba de la misma manera, con el control casi total del Borussia hasta que a los 67´ de juego y de contragolpe, nuevamente el equipo local lograba ponerse en ventaja gracias a Douglas Costa, que definió de volea. El conjunto visitante jamás bajó los brazos y consiguió el empate a cinco minutos del final tras un tiro de esquina ejecutado por Schmelzer que logró ejecutar correctamente Hummels, sentenciando el 2-2 final.
Con este resultado el campeón de Alemania lleva la ventaja de cara al partido de vuelta, contando con estos dos goles de visitante valiendo el doble, además, cabe destacar que dicha revancha se jugará en el estadio del Borussia Dortmund.

Por Juan Eichmann

El Borussia Dortmund consigue un gran empate en Ucrania



Continúan los partidos correspondientes a los octavos de final de la UEFA Champions League con la presentación del Real Madrid y el Manchester United jugando en el Santiago Bernabéu y, por otro lado, el Shaktar Donetsk se enfrentó al Borussia Dortmund.
En Ucrania, bajo la mirada de 49.000 espectadores el Shaktar y el campeón alemán empataron 2-2 en un partido muy reñido, que deja bien parado a los teutones de cara al partido de vuelta que se disputará en tierras bávaras. El primer tiempo mostró, primero, al conjunto visitante como el más interesado a llevarse el triunfo, ya que a los 17 minutos Mats Hummels estuvo muy cerca de anotar mediante un cabezazo. Sin embargo, en el minuto 31 Darío Srna anotó un verdadero golazo de tiro libre y le daba la ventaja al equipo local. Después del gol, el Shaktar se transformó en un equipo más replegado, aunque nunca cambió su táctica de atacar de contragolpe. Finalmente, tras varios intentos fallidos por parte de los visitantes, con remates de larga distancia, fue en el minuto 41cuando Mario Götze envió un centro desde la izquierda y tras un remate de Robert Lewandowski quedaba sentenciado el empate.
En la segunda etapa el partido se presentaba de la misma manera, con el control casi total del Borussia hasta que a los 67´ de juego y de contragolpe, nuevamente el equipo local lograba ponerse en ventaja gracias a Douglas Costa, que definió de volea. El conjunto visitante jamás bajó los brazos y consiguió el empate a cinco minutos del final tras un tiro de esquina ejecutado por Schmelzer que logró ejecutar correctamente Hummels, sentenciando el 2-2 final.
Con este resultado el campeón de Alemania lleva la ventaja de cara al partido de vuelta, contando con estos dos goles de visitante valiendo el doble, además, cabe destacar que dicha revancha se jugará en el estadio del Borussia Dortmund.

Por Juan Eichmann