A favor del revisionismo histórico



Hace un mes San Lorenzo conseguía un objetivo por el cual venía luchando hace ya muchísimos años, y era el que le reconocieran el título obtenido en…1936. Este pedido se debió a un error en la interpretación del reglamento del campeonato de ese año, ya que en esa campaña no se jugó un torneo largo como venía ocurriendo desde que se pasara al profesionalismo en 1931, sino que se disputaron dos, denominados Copa de Honor y Copa Campeonato (torneos representativos de la era amateur), y en donde los campeones (como reconoció el presidente de la AFA de aquel entonces, Ángel Molinari) se medirían en una final -denominada Copa de Oro-, no para determinar al campeón de esa campaña (como si ocurrió en la temporada 1990-1991) sino al equipo que jugaría el Campeonato Rioplatense, que medía a los vencedores de los torneos de la Argentina y Uruguay (y que desde hacía décadas que se disputaba, siendo este uno de los torneos internacionales más antiguos que se conozcan).  
Racing,motivado por esta situación, decidió hacer su pedido. ¿Cuál? Que se reconocieran también los campeonatos disputados durante el amateurismo(1891-1930). ¿Por qué es tan importante para la Academia este pedido? Porque de ser avalados, pasaría de tener siete lauros de Primera División a poseer 16, quedando igualado con su némesis, Independiente. Aunque no serían los únicos beneficiados…
El pedido es muy claro y realmente le haría bien al fútbol argentino, que solo se ha dedicado a mirar y “oficializar” (en sus web o guías de cada torneo) los campeonatos disputados durante la era rentada, dejando de lado años muy ricos en historias, jugadores y equipos. Años donde se iba a la cancha por placer, de saco y corbata y pegadito a la cancha.
Uno de los trabajos revisionistas más serios que he leído es el que realizó el periodista Diego Estévez, que escribió dos libros: “140 años de fútbol argentino” y, quizás el de mayor valor estadístico, “38 campeones del fútbol argentino”, en donde aparecen todos los campeones desde el primer campeonato, en 1891 (aunque la AFA solo reconozca a partir de 1893), tanto de primera como de los otros torneos oficiales en su momento, metropolitanos, nacionales e internacionales.
Me parece que el recordar debería ser parte de todos los seres humanos, en parte para saber de dónde vinimos y en parte para saber hacia adonde queremos ir. Si hablamos tanto de “la nuestra”, de “jugar como sabemos”¿por qué tenemos que referirnos siempre o al Huracán de Menotti en el 73, o al Independiente de los 70-80, o al Ferro de Griguol o al Argentinos de Maradona para hacerlo? Nuestra esencia, de toque y gambeta, de picardía y virtuosismo, nació con los primeros ingleses que trajeron aquellos balones de cuero pesados a estas tierras, el cuál ellos lanzaban por el aire como queriéndoselo sacar de encima, mientras que los criollos –o los ingleses que ya estaban “argentinizados”- comenzaron a darse cuenta que la pelota no era solo un objeto, sino que podía ser elevado a la categoría de “novia”, y que por eso había que tratarla bien, cuidarla, protegerla, y dársela al compañero como quien presta a su mujer en un baile. En esa era primigenia aparecieron equipos realmente grandes como Lomas Athletic, Alumni, Racing (ganador de siete títulos al hilo), Boca o Huracán. Ellos fueron pasando el buen juego por generaciones, y por eso merecen ser reconocidos.
Alumni LogoSi finalmente se diera este cambio, el panorama en cuanto a títulos sería totalmente distinto: River de 34 pasaría a 35, siendo perseguido más de cerca por Boca, que tenías 30. Luego vendrían Independiente y Racing (16), San Lorenzo (14), Vélez y Alumni (10), Estudiantes de La Plata y Newell´s (6), Huracán y Lomas Athetic (5), Estudiantil Porteño y Rosario Central (4), Argentinos y Belgrano Athetic (3), Ferro y Quilmes (2) y por último y con un solo lauro Arsenal, Banfield, Chacarita, Dock Sud, Gimnasia de La Plata, Lanús, Lomas Academy, Saint Andrews, Sportivo Barracas y Old Caledonians.
Sería tiempo entonces de que la AFA y los medios hegemónicos deportivos se dieran cuenta de que cuando hablan de fútbol se olvidan de que hubo vida antes de 1931, y que sin ella hoy nada de esto sería realidad. El «football» que veían nuestros abuelos o bisabuelos se merece ese reconocimiento. Porque como expresó Ezequiel Fernández Moores en su genial columna para Cancha llena, todos son campeones.

Por Juan Pablo Gatti
@GattiJuan

A favor del revisionismo histórico



Hace un mes San Lorenzo conseguía un objetivo por el cual venía luchando hace ya muchísimos años, y era el que le reconocieran el título obtenido en…1936. Este pedido se debió a un error en la interpretación del reglamento del campeonato de ese año, ya que en esa campaña no se jugó un torneo largo como venía ocurriendo desde que se pasara al profesionalismo en 1931, sino que se disputaron dos, denominados Copa de Honor y Copa Campeonato (torneos representativos de la era amateur), y en donde los campeones (como reconoció el presidente de la AFA de aquel entonces, Ángel Molinari) se medirían en una final -denominada Copa de Oro-, no para determinar al campeón de esa campaña (como si ocurrió en la temporada 1990-1991) sino al equipo que jugaría el Campeonato Rioplatense, que medía a los vencedores de los torneos de la Argentina y Uruguay (y que desde hacía décadas que se disputaba, siendo este uno de los torneos internacionales más antiguos que se conozcan).  
Racing,motivado por esta situación, decidió hacer su pedido. ¿Cuál? Que se reconocieran también los campeonatos disputados durante el amateurismo(1891-1930). ¿Por qué es tan importante para la Academia este pedido? Porque de ser avalados, pasaría de tener siete lauros de Primera División a poseer 16, quedando igualado con su némesis, Independiente. Aunque no serían los únicos beneficiados…
El pedido es muy claro y realmente le haría bien al fútbol argentino, que solo se ha dedicado a mirar y “oficializar” (en sus web o guías de cada torneo) los campeonatos disputados durante la era rentada, dejando de lado años muy ricos en historias, jugadores y equipos. Años donde se iba a la cancha por placer, de saco y corbata y pegadito a la cancha.
Uno de los trabajos revisionistas más serios que he leído es el que realizó el periodista Diego Estévez, que escribió dos libros: “140 años de fútbol argentino” y, quizás el de mayor valor estadístico, “38 campeones del fútbol argentino”, en donde aparecen todos los campeones desde el primer campeonato, en 1891 (aunque la AFA solo reconozca a partir de 1893), tanto de primera como de los otros torneos oficiales en su momento, metropolitanos, nacionales e internacionales.
Me parece que el recordar debería ser parte de todos los seres humanos, en parte para saber de dónde vinimos y en parte para saber hacia adonde queremos ir. Si hablamos tanto de “la nuestra”, de “jugar como sabemos”¿por qué tenemos que referirnos siempre o al Huracán de Menotti en el 73, o al Independiente de los 70-80, o al Ferro de Griguol o al Argentinos de Maradona para hacerlo? Nuestra esencia, de toque y gambeta, de picardía y virtuosismo, nació con los primeros ingleses que trajeron aquellos balones de cuero pesados a estas tierras, el cuál ellos lanzaban por el aire como queriéndoselo sacar de encima, mientras que los criollos –o los ingleses que ya estaban “argentinizados”- comenzaron a darse cuenta que la pelota no era solo un objeto, sino que podía ser elevado a la categoría de “novia”, y que por eso había que tratarla bien, cuidarla, protegerla, y dársela al compañero como quien presta a su mujer en un baile. En esa era primigenia aparecieron equipos realmente grandes como Lomas Athletic, Alumni, Racing (ganador de siete títulos al hilo), Boca o Huracán. Ellos fueron pasando el buen juego por generaciones, y por eso merecen ser reconocidos.
Alumni LogoSi finalmente se diera este cambio, el panorama en cuanto a títulos sería totalmente distinto: River de 34 pasaría a 35, siendo perseguido más de cerca por Boca, que tenías 30. Luego vendrían Independiente y Racing (16), San Lorenzo (14), Vélez y Alumni (10), Estudiantes de La Plata y Newell´s (6), Huracán y Lomas Athetic (5), Estudiantil Porteño y Rosario Central (4), Argentinos y Belgrano Athetic (3), Ferro y Quilmes (2) y por último y con un solo lauro Arsenal, Banfield, Chacarita, Dock Sud, Gimnasia de La Plata, Lanús, Lomas Academy, Saint Andrews, Sportivo Barracas y Old Caledonians.
Sería tiempo entonces de que la AFA y los medios hegemónicos deportivos se dieran cuenta de que cuando hablan de fútbol se olvidan de que hubo vida antes de 1931, y que sin ella hoy nada de esto sería realidad. El «football» que veían nuestros abuelos o bisabuelos se merece ese reconocimiento. Porque como expresó Ezequiel Fernández Moores en su genial columna para Cancha llena, todos son campeones.

Por Juan Pablo Gatti
@GattiJuan