El sueño del pibe

Hoy a la mañana, Caruso Lombardi realizó una prueba de 47 profesionales y varios jugadores amateurs fueron con la ilusión de que el entrenador les dé el OK.




En un mañana fría, pero a pleno sol, Ricardo Caruso Lombardi les dio la oportunidad a varios chicos a que se acerquen al predio de la UTA, en Moreno, para ver si podía contar con alguno de ellos para el próximo semestre.

En una cancha de fútbol con un brillante césped, un grupo de casi 50 jugadores se preparon para demostrarle al entrenador y a todo el cuerpo técnico de Argentinos Juniors que tienen las condiciones necesarias para jugar en la Primera División del fútbol argentino. Cada jugador se mueve en el campo de juego con la ilusión y las ganas de que el técnico del Bicho les dé el OK.

Muchas sonrisas, gritos y los ojos cargados de esperanza en algunos jugadores. Pero también se observa a varios chicos que están tristes, porque asistieron 200 players, y Caruso probó sólo a 47. «¿Acá es la prueba de Caruso?», pregunta un joven que aún no recibió la noticia. «No, sólo prueban a jugadores con representantes, los que vinimos por nuestra cuenta no podemos entrar», le contesta otro, que aprovecha para descargarse.

Antes de que ingresen al predio, todos los chicos se juntan, cada uno con su bolso y su abrigo, esperando con mucho nerviosismo a que Montemurro, ayudante de Caruso Lombardi, dé los nombres que tiene en la lista.

En el entrenamiento se observa un grupo de 47 jugadores, pero uno de ellos se destaca por su juego, y se trata del ecuatoriano Darwin Caicedo, de 30 años, quien jugó en varios equipos de su país (Emelec, Deportivo Cuenca y Atlético Audaz, entre otros), en Dinamo Bucarest, de Ucrania, y en Fenix, de Uruguay. Vale aclarar que solo disputó partidos de pretemporada.

La Metralla Caicedo, como así lo llaman, se hizo famoso cuando Ecuador en un amistoso disputado en enero de 2006 en Guayaquil, venció 1-0 a Honduras, y Caicedo anotó el gol del triunfo. Además rompió una racha negativa de cuatro meses sin triunfos.

Tres pequeñas historias


Sebastián tiene 25 años y hace un año debió abandonar el fútbol por una pubialgia. Sin posibilidades de continuar en Lamadrid, este joven de la Ciudad de Buenos Aires se enfocó en el trabajo, y se olvidó del fútbol. Pero todo cambió en las últimas horas. Él no estaba en la lista y no se pudo probar. Pero las ganas de jugar al fútbol, le volvieron.

Fabián llegó al predio de la UTA en bicicleta y viajó desde Merlo a Moreno ilusionado con cumplir el sueño de su vida. Al llegar, se entera que no está en la lista. Luego de un dialogo breve con Caruso, se acerca a su bicicleta amarilla y emprende el largo camino a casa.

Lucasviajó desde La Matanza hasta Moreno en el día de su cumpleaños (20), y cuando llegó se enteró que no estaba en la lista. Se fue amargado a su casa, pero su deseo es continuar creciendo como jugador. 




Por Lucas Caig

@CaigSports

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