Con la victoria de esta tarde, River consiguió llegar a la punta hasta que juegue Newells. Independiente esta a un paso de estar en el Nacional B por primera vez en su historia.
Partido vibrante. Las emociones se hacían sentir con dos caminos completamente adversos. Por un lado River, que quiere salir campeón, estaba obligado a ganar. Mismo objetivo de conseguir los 3 puntos para el Rojo, pero para soñar con salir de la zona de descensos (Aunque faltaba el resultado de Argentinos, y considerando que San Martín y Quilmes ganaron).
Quien abrió la cuenta fue justamente el local, River, por medio de su delantero estrella Iturbe. Después del gol, que hundía la mitad de avellaneda, Independiente comenzó a hacerse dueño de la pelota pero no era profundo. El tiempo se aceleraba para unos y se detenía para otros.
El segundo tiempo llegó y los minutos se transformaron en vía crucis. Cada segundo desgarraba la piel de cada hincha rojo, que sufría la conclusión de la mala campaña de 114 partidos.
Para destruir las esperanzas del visitante, Manuel Lanzini, goleador del equipo de Nuñez, ponía el 2 a 0 dejando a Independiente hundirse en el peor de los infiernos.
Sobre el final, y con Rojo yendo a la búsqueda de un milagro santo, Montenegro cumple la ley de ex a los 44 minutos del partido. El árbitro, Laverni, dio 4 de recuperación y la vaga esperanza de lograr una verdadera hazaña se ponía en pie.
Y llegó al fin, el silbato que todo hincha local estaba esperando; y que todo hincha vestido de rojo jamás quizo oír.
River se llevó los 3 puntos quedando puntero del campeonato y soñando con el titulo. Si Argentinos le gana a San Lorenzo, habrá un nuevo equipo en el Nacional B; y ese puede ser Independiente.
Por Santiago Peñalba
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